Todos los veranos se produce la misma tragedia. A pesar de que no hay eslogan más certero que el de «él nunca lo haría», los hombres seguimos tropezando con la misma piedra una y otra vez y abandonando a las mascotas cuando llegan las vacaciones.

La Protectora de Animales de El Burgo hace un llamamiento a los ayuntamientos de la Sierra de las Nieves y pide que actúen ante el elevado número de abandonos de perros en la comarca.

Situado en plena Sierra de las Nieves, El Burgo es el único pueblo de la comarca que tiene una protectora de animales, gracias al tesón de un vecino del municipio, Pablo Narváez, que se ve desbordado por los numerosos casos de abandono de animales domésticos que le han obligado a duplicar la capacidad máxima del refugio.

Los habitantes de pueblos vecinos, como Yunquera, se acercan continuamente a las carreteras cercanas a la protectora para abandonar allí a sus animales a sabiendas de que serán recogidos. Sin embargo, a la hora de adoptarlos, las familias prefieren desplazarse a asociaciones costeras más conocidas.

«En lo que va de año, hemos recibido en torno a unos 20 animales y sólo hemos logrado cinco adopciones. Además, de los más de 80 perros que hemos recibido desde que abrimos la protectora en 2016, únicamente 5 o 6 llevaban microchip, lo que hace imposible localizar a los dueños», explica Pablo Narváez. «Ésta es otra de las razones para dar un tirón de orejas a los ayuntamientos de los pueblos de la comarca, ya que no asumen sus responsabilidad y no hacen absolutamente nada por reducir el número de abandonos» añadió Narváez.

La protectora, además de acogimiento, ofrece cuidados y busca una nueva familia a los animales recogidos, realiza campañas de concienciación y charlas preventivas en colegios, acciones que deberían hacer los ayuntamientos de los pueblos de la comarca.

Actualmente, para la temporada de verano, en la que el número de abandonos aumenta considerablemente, la asociación ha puesto en marcha la campaña #abandono, con un «vídeo en el que se plasma la imagen de un perro abandonado que es encontrado y llevado a un nuevo hogar y, a continuación, las imágenes en distinto orden mostrando el abandono del perro por la familia que en principio era la encargada de acogerlo», explicó Pablo. Otra de las actividades celebradas ha sido un concurso de dibujo en el colegio de El Burgo para llevar hasta los más pequeños estos valores tan necesarios y que los mayores suelen olvidar cuando llega el verano.

Pensando en la temporada de vacaciones, la protectora tiene también como futuro proyecto la creación de una residencia canina para alojar a los perros de las familias que vayan de vacaciones y no tengan recursos para dejar sus animales esos días.

Por otra parte, la labor de los voluntarios se extiende más allá de la recogida de animales. Al ser la mayoría vecinos del pueblo, conocen a las familias y a sus mascotas, lo que permite que si encuentran alguno perdido, puedan devolverlo rápidamente a sus hogares. Y es que, sin la labor altruista de estos voluntarios, «la asociación no existiría, pues son personas que dedican su dinero, tiempo y esfuerzo en ayudar a quienes no tienen voz. Gracias a los socios que aportan una cuota mensual y a los voluntarios podemos salvar la vida de los más indefensos» añadió Narváez.

Ante la escasez de recursos, la protectora explica en su página web, www.protectoraelburgo.es, toda la información para colaborar con ellos.