Un grupo de 15 empleados han sido despedidos este lunes de una de las empresas del sector de embutido y chacina de Benaoján a consecuencia de los perjuicios derivados de la crisis de Magrudis, fabricante cárnico sevillano origen de un brote de listeriosis que ha afectado a 200 personas.

Se barajan despidos en otras empresas de esta localidad de la Serranía de Ronda, lo que se produce cuando se debía estar contratando a personal de refuerzo para la campaña de Navidad, según ha asegurado a Efe la alcaldesa de Benaoján, Soraya García.

Señala que aún están por venir las consecuencias locales en el sector a raíz de la alerta alimentaria por listeria motivada por el consumo de productos de la empresa Incarybe SL, radicada en la propia Benaoján y conocida el pasado 12 de septiembre.

García insiste en que no hay resultados definitivos al respecto, que deben validarse por el laboratorio nacional de referencia en Microbiología y que de las cinco muestras recogidas de uno de los productos de la empresa, todas dieron negativo excepto una.

En este sentido, ha destacado que ese positivo no quiere decir que causara la listeriosis de la única persona afectada, ya que podría ser "por contaminación cruzada dentro del restaurante", donde fue consumido el producto.

Añade que "dio un positivo muy claro en niveles muy elevados el (análisis) del restaurante", donde indica que "había otros productos también contaminados", lo que -a su juicio- hace ver que puede haber "contaminación cruzada" en ese establecimiento que "podía proceder de algún elemento de trabajo".

La alcaldesa apunta a una precipitación en la Junta de Andalucía con el anuncio de la alerta cuando se estaba a la espera del análisis, cuyo resultado llegó el viernes, y señala que "el informe del laboratorio dice que no es concluyente, es provisional", por lo que cree que está "todo en el aire".

Sobre la fábrica de Incarybe, se pregunta "por qué se desprotege a la empresa" cuando por la Ley de Función Pública, además de la seguridad alimentaria de las personas, está "el principio de pertinencia según proporcionalidad o eficacia" y cree que "esos criterios no se han cumplido cien por cien en este caso".

Precisa que las alertas de las empresas de Sevilla (Magrudis) y Benaoján (Incarybe) no tienen nada que ver al entender que "el caso de Benaoján es puntual, de los muchos que hay en el país, y el de Magrudis excepcional de una empresa que cometió muchas irregularidades, negligencias o no se sometió a controles".

Un veinte por ciento de los 1.500 vecinos de Benaoján están empleados en el sector del embutido y los despedidos ahora suponen la cuarta parte de su fábrica, una de las que operan en una población en la que incluso la alcaldesa trabajó en una empresa del gremio local y fue responsable de higiene, seguridad y autocontrol.