La autopsia practicada a la mujer belga de 58 años que fue encontrada muerta en su cama este pasado martes confirmó que habría sufrido golpes, de manera reiterada, en la cabeza. Los expertos precisaron que el fallecimiento estuvo originado, precisamente, en diversos traumatismos cranoencefálicos.

Ayer también pudo saberse que los investigadores continúan con la búsqueda del vehículo de la mujer, un Mercedes ML 270 de color gris, en el que habría huido un amigo suyo, el encargado de realizar la reforma de la vivienda. Al parecer, según indicó el hermano de la víctima, en el inmueble faltaban numerosos objetos de valor vinculados a que ella era coleccionista.

Este último es residente en la vecina localidad de Coín y el martes fue el encargado de alertar a Emergencias 112 del suceso. Había intentado como hacía cada día conversar con ella, sin que le fuese posible. Así optó por dirigirse sobre las cinco de la tarde hacia la vivienda de su hermana Ana y de inmediato se asustó al ver la puerta abierta. La encontró con signos de violencia tendida sobre la cama y tapada con mantas y sábanas. De inmediato dio la voz de alarma.

Pasadas las seis se personaron en la casa rural del paraje del Pecho del Molino los servicios sanitarios que no pudieron más que constatar el fallecimiento. Todo apunta a que podría haber fallecido durante la madrugada anterior, porque algunos vecinos escucharon ladrar a los perros de la mujer sobre las cinco menos cuarto de la mañana.

Una de las cuestiones en las que se centra la investigación es la identificación del hombre, también de nacionalidad belga, que abandonó la vivienda rural con el vehículo de la víctima antes de que fuese localizado el cadáver . Son diferentes las incógnitas que aún rodean este caso. Pero prácticamente está descartado que se pueda enmarcar en el ámbito de la violencia de género. Allegados de la residente belga insistieron en que no constaba relación sentimental.

«Se busca al compatriota suyo que se había ganado la amistad de la mujer y que se dedicaba a realizar pequeñas reparaciones o trabajos para el mantenimiento de la casa», relató una vecina. Al residir en una vivienda aislada, situada en el Pecho del Molino y a unos 600 metros de la carretera A-366, apenas hay testimonios sobre el día a día de esta ciudadana belga.

La zona es elegida por numerosos residentes de origen extranjero, precisamente por la independencia y tranquilidad que les otorga. No obstante, la primera teniente de alcalde de Tolox, Paqui García (PSOE), confirmó a este periódico que la fallecida se encontraba empadronada en la localidad de la Sierra de las Nieves desde hacía apenas cuatro meses.

«El suceso ha sorprendido mucho aquí en Tolox, porque estas cosas se ven como lejanas. No esperas que ocurran tan cerca. Es un día triste, pero al haber ocurrido a cinco kilómetros no hay mucho movimiento en el pueblo y la gente continúa con su día a día a la espera de más noticias sobre lo sucedido», matizó.

La Policía Judicial permanecía ayer con las labores de inspección ocular de la zona y de la finca donde se localiza el inmueble para tomar muestras y todos los vestigios posibles o restos que puedan servir para aportar luz a la investigación abierta. Asimismo, desde última hora del martes y a lo largo de la noche se tomaron fotografías y se peinaron distintas parcelas agrícolas del entorno para intentar localizar huellas dactilares, colillas, sangre y cualquier otro elemento genético.

Asimismo se tomó declaración a las personas cercanas al entorno de la fallecida y vecinos para determinar todas las circunstancias que rodearon la muerte y posibles personas implicadas en la misma.