Acunado a los pies de la inconmensurable Sierra de las Nieves, Tolox tiene a lo largo del año un sinfín de sonidos que lo hacen diferente a los pueblos que lo circundan. Si por Carnaval, siempre antes de la llegada de la Cuaresma y respetando la tradición, la plaza Alta acoge el baile de la guasa, con su característico alarido que se remonta a un pasado musulmán del que siguen quedando vestigios, agosto recibe a San Roque ante el estruendo de miles de cohetes que simbolizan la festividad del patrón.

En diciembre, en el puente de la Inmaculada desde hace algunos años con nueva denominación, pero con el trasfondo siempre de aquella contienda, Tolox suena a cencerros y caracolas con el Día de las Mozas.

Cuentan las referencias que han llegado a nuestros días, que la década comprendida entre 1560 y 1570 no fueron años realmente fáciles en Tolox.

La localidad experimentó la mayor transformación sufrida en mucho tiempo y gran parte de ello se debió a la complicada convivencia. Como epicentro de las disputas, la religión, los viejos cristianos llegados de diferentes puntos de la península y al otro, los descendientes del Reino Nazarí de Granada.

Todo estalla con la expulsión de los moriscos tras una trifulca que según la historia viene a producirse mientras dos mujeres de ambos bandos esperan su turno en un horno de pan. El propietario del establecimiento dio prioridad a la cristiana y ello azuzó el enfrentamiento que vendría seguidamente.

Quizás fue aquello el detonante que desencadenó la violenta huida de los habitantes musulmanes que, al ser sorprendidos en la noche por el tropel de cencerros y caracolas de los cristianos de Tolox y los pueblos vecinos, creyeron que era un amplio número de contrincantes los que les perseguían y abandonaron la localidad en torno a las fechas en las que ahora se conmemora.

«Las Mozas. Fuego y Amor», como se denomina a estas fiestas ya consolidadas que se conmemoran en Tolox del 6 al 8 de diciembre coincidiendo con el puente de la Inmaculada y con la afluencia numerosa de visitantes que duplicarán con creces la población, recrea en la plaza Alta aquellos complicados días del siglo XVI.

El doctor Pedro Ximénez, en su informe de Tolox en 1772 en el que también versaría acerca de las propiedades de las aguas del municipio que llevarían a la creación del Balneario de Fuente Amargosa, ya hace constar la conmemoración de esta efeméride.

Un año más, Ayuntamiento y la asociación Las Mozas, Fuego y Amor, que fue creada para mantener y organizar esta singular fiesta junto al empuje de vecinos y comerciantes, se afanan en dar a conocer Tolox y su rico patrimonio histórico y natural a todo el que llega.

No hay más de cincuenta kilómetros desde la capital, distancia que hará al visitante transportarse al siglo XVI, durante todo el fin de semana, con una plaza típica de la época con tabernas, teterías, panaderías y artesanos representando fielmente a cristianos y moriscos en la plaza Alta, que deja su devenir y trasiego diario para viajar también en el tiempo.

Son los propios vecinos de Tolox los que llevan semanas ensayando y preparando su participación en las diferentes escenas que conforman la historia a representar y con la que deleitarán a los presentes.

Desde el viernes y hasta el domingo, desde las 11.00 hasta las 22.00 horas, se celebran rutas históricas por las calles del pueblo, actuaciones musicales, talleres, espectáculos y juegos, además de recreaciones históricas de aquellos sucesos.

Como colofón, el domingo, a las 11.30 horas se celebrará una gran cencerrada por las calles del municipio, a la que seguirán espectáculos, degustaciones y nuevas escenificaciones teatrales.

La pasada semana, instituciones y participantes presentaron los actos en la sede de la Diputación de Málaga y más tarde recorrieronlas calles del centro de la capital para animar a los viandantes a conocer la historia de Tolox.