El hospital comarcal de Antequera celebró su vigésimo aniversario el 12 de noviembre. Relevó al antiguo Hospital San Juan de Dios que estaba en el centro de la ciudad. Tres profesionales que vivieron su apertura han narrado cómo fueron los primeros días y el cambio que supuso para la ciudad.

Juan Pérez Galán trabaja en Antequera como celador desde hace 31 años

. «El primer día se hizo el traslado de los enfermos, desde las 8 de la mañana, con cerca de diez ambulancias. Para el mediodía estaban todos en planta. Los de la UVI se trasladaron uno a uno. Ese día no hubo consulta, se cortó todo en el antiguo hospital para efectuar el traslado salvo las operaciones, aunque las últimas fueron sencillas».

«Por la tarde solo se quedó el servicio de urgencias en el hospital antiguo», recuerda Pérez: «A las siete de la tarde me vine, fui el primer celador en llegar, junto con un administrativo y dos médicos, así como el personal de enfermería de urgencias. El servicio de urgencias fue doble ese día; la gente podía asistir al hospital antiguo o al nuevo».

En los veinte años «generando salud», lema del vigésimo aniversario, el celador afirma que «el nuevo hospital da un mayor servicio aunque se ha quedado pequeño: falta personal, es mucho trabajo y llevamos así bastante tiempo. Ahora más aún, pues no se cubren bajas y estamos trabajando al máximo. Cuando llegué había la mitad del personal que hay ahora, y ya a los dos meses hacía falta más personal». «Aun así, en comparación con el antiguo funciona mucho mejor. Antequera ha ganado mucho con este centro, muchas ciudades quisieran tener uno así», sostiene.

El enfermero encargado del escáner, telemando y radiología, Manuel Palomo Gómez

, ha trabajado siempre en los hospitales de Antequera desde 1982. «Vivimos la llegada del nuevo hospital con mucha ilusión, un hospital nuevo con unas dimensiones que no tenían nada que ver con el antiguo, unos servicios, una dotación, unos materiales, un instrumental, un cambio cualitativo y cuantitativo impresionante, un descubrimiento maravilloso para nosotros como profesionales», afirma Palomo.

«Recuerdo que las dimensiones del otro hospital eran mucho más reducidas y el nuevo muy amplio, por lo que al principio estábamos todos un poco desubicados, pero en el aspecto profesional, magnifico. El hospital no ha dejado de progresar, de ampliarse, aumentar servicios, mejorar calidad asistencial, siempre estamos los primeros en los ranking de calidad al usuario, y se mantiene la cultura de asistencia personal y el cariño a los pacientes. Hay mucho sentimiento de pertenencia a este hospital y por ello la gente que trabaja aquí está muy contenta. Quizás se ha perdido un poco la cercanía entre los profesionales en comparación con el anterior hospital, que era más pequeño y nos veíamos todos los días; aun así, aquí hay mucha comunicación y compañerismo», afirma.

El cirujano más veterano del servicio en Antequera, Juan Manuel Hernández Carmona

, especialista de cirugía general y aparato digestivo del hospital de Antequera recuerda sus inicios: «Empezamos en el hospital San Juan de Dios, en la calle Estepa, un edificio antiguo donde estuvimos muchos años. Llegué en 1987. El hospital aun era municipal y entré en el centro de especialidades, lo que le llamaban el instituto, y teníamos un día de quirófano en dicho hospital».

«En 1990 se creó el servicio de cirugía con el doctor Horacio Oliva como jefe de servicio, y nos integramos en ese hospital en el que, aunque fuese pequeño y falto de mucha tecnología, se hicieron muchas cosas a nivel sanitario».

«En cuanto a cirugía, se fomentaron las jornadas quirúrgicas que le dieron mucha importancia al hospital y a la comarca en general, pues traíamos invitados de fuera de Andalucía y España».

Según Hernández, la calidad de la atención a los pacientes en Antequera era tan alta que los enfermos pedían que no les llevaran a Carlos de Haya y los operasen allí, algo que a veces era imposible por las restricciones de espacio: Por ello se abrió el nuevo hospital».

«Llego el día del traslado en 1999. Primero se abrieron las consultas externas y el traslado se hizo una vez que el hospital estuvo completo en todos los servicios, el 14 de octubre de 1999. Yo estrené el dormitorio de cirugía. Ese día estaba habilitado el servicio de urgencias en los dos centros; en el nuevo estuvimos el doctor Hidalgo -actualmente en Motril- y yo, y en el antiguo, la doctora Espadas. Uno de los cirujanos, el doctor del Rey Moreno, se operó ese día del pie y fue el último enfermo de traumatología que se hospedó en ese hospital».

«Desde entonces todo fue mucho mejor; ganamos mucho desde el punto de vista quirúrgico. Además, la relación entre profesionales es estupenda. Prueba de ello, el día de la inauguración del nuevo hospital, falleció el padre de uno de los cirujanos, el doctor Martínez Ferri, de Granada, y como éramos una gran familia muchos cirujanos nos perdimos la inauguración para acompañarlo».

«Yo llevo en Antequera desde el 1987 y espero jubilarme aquí, quiero seguir luchando por este hospital, no pienso trasladarme, amo este hospital y amo la cirugía», ha concluido.