Mi Mantilla es una firma de moda especializada en la mantilla española, prenda que es usada en diferentes ámbitos de la sociedad, que nació hace más de 10 años en Antequera.

Actualmente, la mantilla se utiliza en las procesiones de Semana Santa como prenda de respeto o en las procesiones de gloria, pero ya no en color negro sino en blanco, usándose además en bodas y eventos.

Este hecho llevó a la gerente de Mi Mantilla, Censi Sevilla, a la creación de esta firma para elaborar mantillas ya que tras varios años de búsqueda se dio cuenta de que no había ningún comercio especializado.

«Cada año sacamos colecciones nuevas, donde acogemos las nuevas tendencias de la moda, pero nunca sin alejarnos del protocolo y de lo que debe de ser el traje de mantilla, y las normas que se deben de cumplir para su vestimenta», comenta.

El típico vestido de mantilla, debe estar por debajo de las rodillas, manga por debajo del codo y sin escote. Años más tarde se comenzó con la realización del vestido de color para el uso en las procesiones de gloria.

Las mantillas, aparte de ser utilizadas por mujeres, son también usadas para el atavío de las vírgenes en los diferentes cultos que las imágenes marianas tiene durante todo el año o en los diferentes atavíos con los que se revisten dependiendo de la festividad que toque en el año litúrgico.

«De mantilla no solo se viste en Semana Santa. La mantilla de negro solo se viste en esta época del año, y ya durante el resto del año, vendemos muchísimas mantillas de gloria, ya que hay muchas ocasiones para vestirla como es el caso de la salida de las patronas, las coronaciones canónicas olas salidas extraordinarias», destaca la gerente.

Tras afianzar la marca, Censi Sevilla comenzó con la fabricación de mantillas. En su catálogo hay desde mantillas económicas con precios que oscilan entre los 45 a 100 euros hasta algunas que pueden llegar a costar 4.000 euros, en las que estan realizadas por sedas naturales y realizadas a mano, muchas de estas son encargos muy especiales y exclusivos de las clientas.

«Con el inicio de este proyecto, nosotros quisimos acercar esa moda, ya que eran pocas las personas que podían vestirse de mantilla, y que con esto que todo el mundo se pudiese vestir».

Tras este paso comenzó su extensión por todo el territorio nacional, en el que tienen alrededor de 38 puntos de venta con la marca Mi Mantilla.

Junto a esta extensión, comienza la exportación a diferentes partes del mundo como Nueva York, México, Guatemala, Chile, Perú.

Actualmente, uno de los puntos de venta más importantes es la Abadía de Westminster, en Londres, donde aproximadamente hace dos meses se comenzaron las conversaciones: «Nos solicitaban una mantilla muy específica como es la mantilla misal para su utilización en las celebraciones eucarísticas y donde le hemos realizado unas piezas a su gusto» manifiesta Sevilla.

Otra pieza que también ha trascendido las fronteras ha viajado nada menos que a Guatemala. «Se trata de una mantilla en negro y plata para una cofradía, dándole un uso diferente al que en España se le da, ya que allí se usa colocada sobre la cabeza y reposada en los hombros y no como en nuestro país, colocada sobre una peineta y con un pequeño broche plateado».