La suerte vuelve a poner a la Espiga de Oro de Ronda en el mapa de la Lotería de Navidad. Blas González, vendedor casado y con dos hijas que apenas acumula cinco años de experiencia en esto de repartir premios, repartió el pasado año dos décimos del Gordo, así como varios de un quinto. Ahora ha sido el 66212, otro quinto premio, el "tocado por la fortuna".

"Con tan pocos años con la administración es una suerte haber podido vender tantos premios. Estamos muy contentos. Del Gordo del año pasado y de esos quintos premios conocemos al menos a dos familias afortunadas, que se pusieron en contacto con nosotros y que son clientes habituales. Pero al estar nosotros en la entrada de Ronda son muchos los turistas que vienen y es difícil saber dónde han ido a parar los décimos premiados", expresa el titular de esta administración.

Ese quinto premio, que reparte 6.000 euros al décimo, también se ha vendido este año en otros puntos de la provincia, como Arroyo de la Miel o Málaga capital. Al filo de las once de la mañana sonaba con fuerza la Espiga de Oro rondeña. "Nos hemos emocionado porque con la repercusión que tuvo el Gordo hace un año hemos incrementado las ventas", agrega Blas.

En Ronda, Blas González espera a lo largo de este domingo hacer números acerca de los euros repartidos este año. Recuerda que en 2018 fueron cerca de 450.000 euros. Vendió esos dos décimos del primer premio, correspondiente al 03347 y dotado con 400.000 euros al décimo. Ambos fueron vendidos por la terminal de la Espiga de Oro, al igual que seis décimos de un quinto premio, el 02308. Es difícil de olvidar aquel otro Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, como expresa María José, la esposa de quien figura al frente de este ya famoso punto de venta.