El alumno de 15 años que resultó gravemente herido en el cuello el lunes tras ser agredido con unas tijeras por otro menor de la misma edad en un instituto de Campillos se recupera poco a poco de la complicadísima situación que vivió tras el suceso. El chico fue trasladado la misma noche del lunes de la UCI del Hospital de Antequera a la del Regional de la capital, su destino inicial hasta que los sanitarios que lo trasladaban vía aérea comprobaron que las transfusiones que le estaban realizando no evitaban que la situación fuese crítica. «El helicóptero venía para Málaga pero se tuvo que parar en Antequera porque [el alumno] no llegaba», explicó ayer el delegado de Salud, Carlos Bautista. Una vez que lo operaron y estabilizaron la lesión que presentaba en la yugular, el equipo médico que lo atendió decidió trasladarlo al Hospital Regional, donde el último parte indicaba que seguía en la UCI estable, consciente, ya extubado y evolucionando favorablemente. Bautista agradeció especialmente el trabajo de las primeras personas que atendieron al menor en el instituto y destacó que «en toda la cadena de atención, la secuencia ha sido excelente».

Mientras tanto, la Guardia Civil continúa con la investigación en torno a la brutal agresión que se produjo en torno a las 10.40 horas en un aula del IES Camilo José Cela entre clase y clase. Esto incluye comprobar el tipo de relación que mantenían los dos menores antes de la agresión, tanto dentro como fuera del centro educativo, es decir, si ambos se habían visto involucrados con anterioridad en otros incidentes que hagan pensar o no en una situación de acoso. Este trabajo supone analizar los testimonios de los implicados, de los docentes, familiares y otros alumnos, entre los que destacan los que presenciaron la agresión.

Brutal agresión en un instituto de Campillos

Brutal agresión en un instituto de Campillos

Las fuentes consultadas aseguran que los dos menores habían quedado para pelearse fuera del centro tras la jornada de clases. La víctima, sin embargo, adelantó el encuentro y dejó el módulo de FP en el que estudia en busca del otro menor, que estaba en una de las aulas del segundo ciclo de la ESO junto a tres o cuatro compañeros. El encuentro se convirtió rápidamente en pelea y durante la misma, el agresor, de menor envergadura que la víctima, le clavó supuestamente unas tijeras de punta roma. Según su propia versión, lo hizo para repeler una serie de puñetazos que estaba recibiendo de su oponente. No obstante, personas que vieron al agresor tras los hechos indican que presentaba lesiones propias de una pelea en la zona del pómulo. El chico fue trasladado al puesto de la Guardia Civil de Antequera, donde fue sometido a exploración (toma de declaración) antes de ser puesto a disposición de la Fiscalía de Menores. La víctima, por su parte, bajó por su propio pie hasta la zona de secretaría, donde un profesor le taponó la herida hasta la llegada de los sanitarios.