Si la construcción octogonal del siglo XVIII coronó a la plaza Ochavada como primera maravilla de la provincia de Málaga, el Castillo y la Mezquita que conforman el recinto amurallado del Cerro de Gracia de Archidona lo declaran como un Bien de Interés Cultural (BIC). Y es que la Villa Alta, como ha sido denominado históricamente, constituye un testimonio vivo de la arquitectura defensiva histórica de Andalucía, pues formó parte de la red estratégica de fortificaciones que vertebraron el sistema defensivo del Reino de Granada allá por el siglo XIV en la época nazarí.

Tras la conquista cristiana en 1462, la Villa Alta fue abandonada, degradándose progresivamente, y dejó paso a la nueva Villa en la parte baja del Cerro, que dio origen al casco antiguo actual de la ciudad. Por su parte, la mezquita se convirtió en la Ermita de la Virgen de Gracia, lo que ha hecho que se mantenga el vínculo entre la Villa moderna y la Villa medieval a lo largo de los siglos. Vínculo que sigue vivo e historia que los archidoneses no quieren perder.

Y es por eso que Archidona tiene claro su principal propósito para este nuevo año 2020: restaurar la zona alta de la Alcazaba, que se corresponde con parte de la muralla y el antiguo aljibe y terminar así con toda la restauración del BIC de la zona del Cerro.

El Ayuntamiento tenía la intención de comenzar estas obras, que tienen un presupuesto de 500.000 euros en 2019, con el 1,5% cultural, pero todavía se encuentran a expensas de la aprobación definitiva por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que prevén que será en un mes. Una ayuda que llevaban intentando conseguir desde 2014, «porque es una subvención que cuesta mucho que te la den, ya que para tener más posibilidades tienes que cumplir una serie de requisitos», cuenta la arquitecta municipal, Inmaculada Montero Gálvez.

Las obras del AVE Antequera-Granada, la declaración de BIC en 1985 y el ser propiedad del Ayuntamiento «han sido factores fundamentales para conseguir la subvención», comenta.

Según explica Montero, las obras tendrán una duración de un año y se desarrollarán en tres fases: una primera etapa en la que se realizará un estudio de arqueología, no solo sobre el perímetro sino también en el interior.

Una segunda fase en la que se consolidan los paramentos de la muralla y el Aljibe, seguido de una tercera y última fase de puesta en valor del conjunto. Actualmente está prohibido visitar la zona por «el peligro de caída que conlleva».

Importante actuación

Esta sería la segunda gran intervención que se realizaría sobre la Alcazaba, pues en 2012 se desarrolló la primera actuación sobre el recinto amurallado de la parte baja donde se encuentra la ermita. «Estas obras culminan la restauración de todo el BIC del Cerro de la Virgen de Gracia».

«El recinto amurallado fue muy importante pero la Alcazaba lo es más, ya que demuestra que Archidona fue un sitio de visión estratégico y de defensa en su historia», afirma la arquitecta. Además, hace hincapié en que las vistas son espectaculares, por lo que puede llegar a ser «una gran atracción turística».

Un proyecto ilusionante «que pondrá en valor el patrimonio cultural y religioso del pueblo y que permitirá conocer mejor su historia», comenta la alcaldesa de Archidona, Mercedes Montero, y que suma más de un millón y medio de euros de inversión, de los que el Estado sufragará el 70% mientras que el 30% le corresponderá al consistorio archidonés.