Mollina ha dejado de repartir alimentos entre las familias con menos recursos tal como llevaba haciendo desde hace unos años la Asociación Real de Rehabilitación de Marginados, de Antequera. Este colectivo recibía los alimentos de Cruz Roja y hacía entrega de ellos a las familias necesitadas, en un local cedido por el Consistorio.

Recientemente, el Ayuntamiento de Mollina ha reivindicado el uso del local con el consiguiente problema para la asociación, que se queda sin un lugar donde almacenar y entregar los productos. «El Ayuntamiento llevaba varios años dándoles un sitio donde guardar esos alimentos y ahora se necesita ese espacio, por lo que se les ha solicitado que entreguen las llaves», ha comunicado el alcalde de Mollina, Eugenio Sevillano.

El regidor ha informado, además, de algunas presuntas irregularidades percibidas en la entrega de alimentos; «para futuras campañas seguramente sea el Ayuntamiento quien lo solicite y no esta asociación, ya que varios usuarios cuentan que la entidad se está lucrando con esa entrega. Son evangelistas, y si no vas a sus cultos o sus reuniones no te dan esos alimentos, ese es otro de los motivos por lo que se le ha retirado el local».

«Lo que no puedo, -y esto quiero que se recalque-, es permitir que esa asociación mercadee con este reparto. Me parece algo para estudiar por parte de la dirección de Cruz Roja y que, si tienen que llevar algún tipo de sanción pues que la ejecuten», explica el alcalde.

La Asociación Real lleva 35 años trabajando en Antequera y la comarca ayudando a los sectores más desfavorecidos. Su labor es «ayudar a las personas que por diferentes situaciones se encuentran excluidas de la sociedad, para que se integren y formen parte de ella, ofreciéndoles una oportunidad de cambio, de superación y de reinserción», explica el presidente de la asociación, Fernando Paguillo.

Para ello, el colectivo organiza talleres y charlas orientativas, «pero nunca se repartían alimentos los días de nuestras reuniones, no tiene nada que ver, está todo en los informes», afirma.

«Puede que no lo hayamos hecho perfecto, pero tampoco es como lo pintan. El alcalde me dijo que le hacía falta el local y que se iban a encargar ellos del reparto de alimentos», añade «aunque sería una pena que por una cuestión burocrática o administrativa se volviera a perder esta ayuda, como ya ocurrió. Cruz Roja nos comunicó que Mollina había perdido anteriormente más de 4.000 kilos de alimentos porque desde el Ayuntamiento no habían presentado la documentación correcta».

Como consecuencia de esta discrepancia entre la Asociación Real y el Consistorio, un gran número de familias del municipio, que permanecen al margen del conflicto, han perdido esta aportación de alimentos que suponía una valiosa ayuda, lo que agrava aún más la situación de inestabilidad que se vive durante estos últimos días en Andalucía y, sobre todo, en la provincia malagueña, como consecuencia del impacto provocado por el brote de Covid-19.

La situación para muchas de estas familias del pueblo, especialmente para las personas mayores que viven solas y tienen unos recursos mínimos, puede calificarse de desesperada en plena crisis derivada del estado de la alerta sanitaria y de las medidas adoptadas para la prevención y control del coronavirus.

Ante esta situación de confinamiento, y lejos de buscar una alternativa para ofrecer de nuevo el servicio de reparto de alimentos a las familias desfavorecidas, desde el Ayuntamiento mollinato han comunicado que no se ha creado aún ninguna otra plataforma que se encargue del reparto de estos alimentos.

Aún así, se ha habilitado un teléfono de urgencia (952 06 98 79, en horario de nueve de la mañana a dos de la tarde), para «continuar prestando unos servicios mínimos en los Servicios Sociales Comunitarios. Además, se ha pedido a través de las redes sociales, que si alguien tiene constancia de la existencia personas vulnerables que vivan solas y no tengan familiares de apoyo lo pongan en conocimiento del Ayuntamiento para poder ofrecerle la ayuda necesaria».