Málaga cumple ya una semana en la fase 1 del proceso de desescalada, lo que ha permitido el regreso de bares y restaurantes, así como de algunos otros comercios. Sin embargo, el retorno completo de la cultura aún se mantiene a la espera. Es el caso del Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en 2016, junto con el Torcal y la Peña de los Enamorados. Aunque aún no se ha recibido orden ni fecha de reapertura, desde el enclave no han detenido sus labores tales como la limpieza y la seguridad del lugar para asegurar que la vuelta de este espacio sea segura y adecuada a las medidas sanitarias recomendadas.

El arqueólogo Bartolomé Ruiz, actual gerente del conjunto arqueológico, comenta que «tras haber hecho varias desinfecciones, tanto por la empresa de limpieza contratada por nosotros como por una especializada en estos temas, ya tenemos todo el personal incorporado y estamos a la espera de que la Consejería marque el día de la apertura».

Respecto a los protocolos de actuación que se van a seguir para velar por la seguridad de los visitantes, se encuentran la de exigir que la visita se programe mediante cita previa,«además, el Centro de Visitantes, reservado a contemplar el vídeo de presentación del sitio, que tiene una capacidad de 50 personas, pasaría a tener capacidad para 15, hay 5 bancos que acogen a 50 personas y pasarían a tener un aforo para 2 personas por banco, 10 en total y otras 5 personas de pie», informa Ruiz. «El monumento de Menga, que es el que más capacidad va a tener, en este momento está en 25 personas y pasaría a reducirse al 50 por ciento, 12 personas, ya que es un monumento que nos permite entrar por la derecha, dar la vuelta al fondo de la cámara y salir por la izquierda»

«Lo más complejo va a ser Viera y el Romeral», añade, «donde la entrada sería de uno en uno, para que -al ser tan estrechos los corredores- no se crucen y se toquen los visitantes. Una persona entraría hasta el fondo, contemplaría la cámara y saldría para que entrara otro, todo controlado por el vigilante de seguridad a la entrada del campo de los túmulos y de los dos custodios que están en las puertas».

En el caso de la visita de escolares, el paso por el Centro de Visitantes se haría por turnos,«aunque lo que estamos planteando es que los grupos visionen el vídeo -colgado en la web-, en el centro educativo correspondiente, o en casa, y por tanto los grupos pasen directamente a la visita de los monumentos», comenta el director.

«Otra decisión que se ha tomado en base a la seguridad es no entregar tickets, llevaríamos a cabo el conteo de visitantes a través de una máquina que llevaría el vigilante de Menga y Viera y el custodio del Romeral, igualmente no entregaríamos folleto físico, sino que a través de un código QR el visitante se lo podría descargar durante la visita o antes de hacerla, desde la web», traslada Ruiz, «a esto hay que añadir la instalación de mamparas protectoras, puntos de hidrogel y la exigencia del uso de mascarillas para entrar al recinto».

Desde el Conjunto Arqueológico esperan «que la población siga apostando por el turismo de carácter cultural, nos vienen unos momentos complejos de gestionar, y ojalá la gente no se cohiba a la hora de salir a visitar enclaves como este», puesto que están llevando a cabo un trabajo exhaustivo para mantener el lugar seguro y preparado para su vuelta.