Pronto se han olvidado algunos de los aplausos que dedicaban al personal sanitario y no sanitario hace unas semanas cuando se jugaban literalmente la vida para atender a los pacientes con Covid-19 en medio de la pandemia más mortífera que se recuerda en años.

Los médicos del centro de salud de Pizarra se han concentrado ante las puertas de las instalaciones para protestar por la agresión a un compañero a un celador de dicho centro.

Aunque han trascendido ahora, los hechos ocurrieron el sábado 4 de julio cuando, según José Becerra, delegado de Atención Primaria del Sindicato Médico, llegó una mujer, acompañada de su hijo, para ser atendida.

Según el delegado sindical, tras una primera valoración, el médico de guardia le comunicó a la mujer que debía esperar a que fueran atendidas otras personas que llevaban esperando más tiempo que ellos para ser atendidos, ya que su patología no revestía gravedad alguna.

Pero la respuesta no gustó nada al hijo de la paciente, que comenzó a agredir verbalmente e insultar al médico, según explica José Becerra. La escena fue adquiriendo unos tintes cada vez más preocupantes, por lo que un celador del centro del salud medió para intentar reconducir la situación. Nada más lejos de la realidad, explica el sindicalista.

Fue entonces cuando el hijo de la paciente comenzó a proferir insultos y amenazas graves al celador que intentaba que la situación no se fuera de las manos por lo que se avisó a la Guardia Civil y se puso la correspondiente denuncia a la espera de juicio, según explica el delegado del Sindicato Médico.

La Junta de Personal, formada por el Sindicato Médico de Málaga, CSIF, UGT, CCOO y SATSE, rechaza cualquier tipo de agresión al personal sanitario y se sorprende de estas acciones y de la falta de sensibilidad con el colectivo que ha sido aplaudido durante el estado de alarma por su lucha contra el coronavirus y que más ha sufrido la pandemia, incluso dando su vida en su ejercicio laboral de atención a los ciudadanos.