Sólo restan 25 municipios malagueños libres de coronavirus. La cifra no deja de reducirse, después de los últimos contagios detectados a lo largo de las últimas fechas en localidades como Benarrabá, Carratraca o La Viñuela. Apenas 8.900 residentes en 12 pueblos del interior de la comarca de la Axarquía y otros 6.000 vecinos de otros 13 términos municipales de la Serranía de Ronda pueden aún decir que viven en un lugar donde la enfermedad del Covid-19 no ha hecho acto de presencia. Según los datos actualizados de lunes a viernes por la Consejería de Salud y Familias de la Junta, son un total de 14.968 los ciudadanos que tienen su residencia, en base a datos censales del INE, en esas localidades de la Málaga despoblada. Y es que el común denominador del conjunto de estos pueblos es la falta de masificación demográfica. Tal y como puede certificarse tras echar un vistazo a los parámetros de estos términos, en la lista figuran los siete municipios de menor población.

De los diez con menos habitantes, sólo Parauta, que hasta hace escasas fechas tampoco tenía contagios, ha contabilizado positivos por coronavirus. Otro dato singular es el de que de estas 26 localidades libres de la enfermedad, apenas tres suman más de un millar de habitantes: Canillas de Aceituno (1.677 vecinos), Benaoján (1.476) y Comares (1.315).

Hemos hablado con distintos regidores para desentrañar claves en su particular lucha contra el virus, para conocer qué medidas toman al objeto de continuar libres de los efectos directos de la pandemia, así como para conocer cómo ha beneficiado al turismo rural tan privilegiada situación. Por ejemplo, para el alcalde de Canillas de Aceituno, Vicente Campos (PP), «la responsabilidad individual y colectiva» es importante. Pero no lo es menos, a su juicio, que el Ayuntamiento haya tomado medidas drásticas pese a que la situación mejorase durante los últimos meses. «Mantenemos las piscinas cerradas, así como el gimnasio o las pistas polideportivas. Incluso sigue cerrado el mercadillo», reconoce.

«Es una alegría no tener contagios y comprobar que tengamos en estas fechas una ocupación en los alojamientos de turismo rural prácticamente del cien por cien. Sabemos que todo el pueblo se ha sacrificado para poder estar limpio del virus y desde aquí quiero agradecer que también hayan contribuido de manera muy importante los voluntarios de Protección Civil y el personal de los Servicios Operativos. Ellos han velado en todo momento por la limpieza y desinfección permanente de todo el municipio», argumenta el propio Campos.

El peculiar caso de Benaoján

Lo que va de un año a otro. Es eso que remarca cualquier vecino de la localidad de Benaoján cuando se le pregunta por la pandemia. El pueblo situado por carretera a algo más de 17 kilómetros de Ronda es el segundo de mayor población en la lista de municipios malagueños sin pacientes con Covid-19. Este factor y enclaves medioambientales de su término tan bellos como la Cueva del Gato lo han convertido en destino ideal dentro de la Serranía rondeña desde que terminase la desescalada.

La regidora, Soraya García Mesa (PSOE), luchaba hace sólo un año por la defensa de la potente industria cárnica de su pueblo, después de la alerta sanitaria desatada por el llamado caso Magrudis. Precisamente incide en lo que suponen las fábricas locales y el emergente turismo de naturaleza al subrayar ese cero hasta la fecha en el número de contagios locales. «Benaoján tiene un gran volumen de movilidad de personas por las labores propias de las fábricas cárnicas y por el volumen turístico habitual, incrementado de forma excepcional este verano», manifiesta la alcaldesa.

«Estos factores nos ha hecho extremar las medidas tanto por parte de las empresas, como por parte del propio Ayuntamiento. Tras finalizar el Estado de Alarma, desde el Consistorio decidimos no bajar la guardia y apostamos por mantener la desinfección a diario en calles y otras vías públicas. Pero también mantuvimos el cierre de instalaciones deportivas y parques infantiles, así como de instalaciones dirigidas a personas mayores, por considerarlas focos de riesgo para el vecindario», incide.

Además, este municipio limitó el aforo de la piscina municipal, incluso por debajo del permitido, con un sistema de reserva por cita previa. Otra medida que también se ha extendido a la «zona de baño» de la excepcional Cueva del Gato. «Hemos reforzado en ambos casos la contratación pública de socorristas y de personal específico para garantizar la desinfección y el cumplimiento de la normativa sanitaria», alega la propia Soraya García.

Y también se ha decidido reforzar la plantilla de la Policía Local a través de convenios de colaboración con otros ayuntamientos serranos, «lo que ha permitido controlar el cumplimiento de las normas de distancia e higiene en espacios públicos, como plazas, calles o establecimientos». De esta forma, para esta munícipe, el balance «es positivo, ya que aún teniendo uno de los mejores veranos en cuanto a turismo y alojamiento, todas las medidas implementadas han dado su fruto, posibilitando así el contador de contagios por la enfermedad del Covid-19 siga a cero».

La regidora de Benaoján, como algunos de sus homólogos en otros municipios del interior de la Axarquía o de la propia Serranía de Ronda, no oculta asimismo su preocupación ante la reanudación de las clases en los centros educativos. Al respecto, alega que el Ayuntamiento centra ahora sus esfuerzos «en cubrir las necesidades de las instalaciones escolares, con el objetivo de garantizar una vuelta al cole segura, poniendo a disposición del centro y de la Consejería todos los medios posibles, incluyendo instalaciones municipales cercanas al colegio para su uso tanto formativo, como para los recreos».

Pensar en los más mayores

El regidor de la localidad de Iznate y expresidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Oriental-Axarquía, el también socialista Gregorio Campos, considera positivo «el hecho de no tener contagios por coronavirus» en su término municipal. «Esta situación es fruto del trabajo colectivo, tanto del Ayuntamiento como de la ciudadanía. Tenemos una población muy mayor, de gran riesgo, y a la que debemos de cuidar sobremanera», remarca.

No son pocos los munícipes de estas pequeñas localidades malagueñas que apelan a la falta de recursos que tienen frente a poblaciones de mayor población. Ahí la cooperación ciudadana se transforma en principal arma contra la actual pandemia. El propio alcalde de Iznate expresa que inciden en su municipio «en la información a diario sobre las medidas de higiene personal, de uso de mascarillas de protección y de distanciamiento social».

Este último aspecto, como cabe imaginar, resulta mucho más fácil de cumplir allí donde la densidad demográfica es mínima y muchas personas de avanzada edad tienen a gran parte de su familia lejos del pueblo. En esta Málaga despoblada la distancia social casi es norma vital, explican ciertos regidores del Valle del Genal. Esta parte de la Serranía de Ronda alberga precisamente ocho de los nueve municipios sin contagios de menor número de habitantes.

Coinciden sus dirigentes en una desinfección casi permanente, en viales públicos o dependencias de titularidad municipal, entre otras acciones que les garantizan mayor protección frente a la enfermedad. Justo en estas fechas, no obstante, el temor se centra asimismo en los espacios educativos que pudiesen ser focos para posibles brotes.

En el interior de la comarca de la Axarquía, este último aspecto lo refiere también el regidor iznateño. «Estamos acondicionando en estos días el colegio público Marqués de Iznate y la guardería municipal, con la intención de garantizar un regreso a las aulas sin incidencias. Es una medida en consonancia con el cierre al público, en nuestro pueblo, de la mayoría de dependencias municipales».

Hay algunos municipios donde incluso han estado a punto de tener que lamentar el cierre definitivo de sus aulas y no por los efectos del coronavirus. Es el caso de Faraján, como nos cuenta su alcalde, Fernando Fernández (PSOE). A finales de julio confirmó que se mantendrá abierto el colegio rural del municipio, gracias a las gestiones del Ayuntamiento para conseguir el traslado desde Guaro de un total de cuatro familias originarias de Marruecos. La inscripción posterior de sus diez hijos ha permitido mantener las instalaciones, una vez que sólo quedaban tres escolares en la localidad. Y es que en el municipio del Valle del Genal más del 60% de la población tiene una edad superior a los 50 años.

A diez kilómetros de Faraján en línea recta (algo más de 13 por senderos), pero a 44 y una hora de carretera por el trazado más corto, el también regidor socialista de Jubrique, Alberto Benítez, agradece a sus algo más de 500 vecinos todos los sacrificios que ha entrañado mantener al término entre los que siguen sin contagios registrados: «Aquí hay mucha concienciación, tanto de las personas individualmente como de los establecimientos turísticos y de hostelería».

Además, este munícipe se refiere a prácticas preventivas del Consistorio como una desinfección de carácter permanente o la apertura de la piscina municipal «mediante el cumplimiento de la normativa más allá del mínimo. Hemos controlado el aforo, pero también hemos dividido las parcelas y se han separado las hamacas con distancias preventivas superiores a cualquier recomendación sanitaria».

De vuelta a la Axarquía, uno de los dos alcaldes de la provincia con una trayectoria más larga en el cargo, el de Comares, Manuel Robles (PP), ha optado junto al resto de su equipo de gobierno por decretar, durante este verano, el cierre permanente de la piscina pública, así como del gimnasio. Consideraron que junto a la desinfección de calles de manera continuada se atajaría mejor la propagación de un virus que de momento no ha hecho «acto de presencia» en el considerado como Balcón de la Axarquía. Y eso que, como remarca el propio regidor, la ocupación en las casas rurales y alojamientos turísticos ha permanecido en el 100% desde que acabó el Estado de Alarma. Junto a las medidas ya reseñadas, Robles destaca la suspensión de todos los eventos festivos, incluido el Festival de Verdiales, dentro de esta lucha contra el virus.

Prohibido bañarse en el río

También se han tomado medidas durante los últimos días en algunos de estos pequeños municipios sin casos de personas confirmadas con la enfermedad. Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, en la localidad axárquica de Canillas de Albaida, enclavada en pleno Parque Natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama.

Su alcalde, Jorge Martín (PP), ha argumentado que a raíz de la masiva llegada de visitantes a la zona recreativa de la Fábrica de la Luz a lo largo de las primeras semanas de agosto, el Ayuntamiento ha optado «por decretar» su cierre. Pero también se ha prohibido explícitamente el baño en cualquier punto del río Turvilla. «Tenemos constancia de que el virus no se transmite en agua salada o clorada. Sin embargo, sí sucede en agua dulce. Por este motivo hemos trasladado a otras administraciones y autoridades estos cierres para que lo tengan en cuenta y actúen en consecuencia», aclara.

Este término de la Alta Axarquía se halla a poca distancia de los Árchez, Salares, Sedella o Canillas de Aceituno. Todos ellos han conformado una cadena de municipios, a las faldas de La Maroma (mayor cota montañosa de la provincia) y sin casos registrados de coronavirus hasta ahora. Martín recuerda que desde el inicio de la pandemia han mantenido cerrados espacios deportivos municipales, como son el gimnasio o la piscina. «Al ser localidades de menor población, sabemos que con un contagiado que tuviésemos podría resultar afectado medio pueblo», alega.

Ese celo absoluto por la seguridad sanitaria les ha llevado incluso, como consecuencia de la ocupación al 100% de las viviendas de carácter turístico del entorno, a regalar mascarillas a residentes y visitantes. «Pero también es fundamental la concienciación en estos pueblos, porque tenemos una población muy mayor y en cuanto se detecta a un turista que llega sin la precaución necesaria, se le advierte de inmediato», concluye.

Su homólogo en Sedella, Francisco Abolafio (IU), también insiste en la necesidad de mantener la desinfección diaria, de lunes a domingo e incluso los días festivos, a la hora de luchar contra la pandemia. «Todos los recintos los tenemos cerrados a cal y canto y cuando vienen residentes, muchos extranjeros y otros vecinos que viven en la capital y acuden al pueblo en verano, igualmente nos demuestran un comportamiento generalizado muy positivo, con el uso de las mascarillas y manteniendo las normas de distancia», apunta.

También en la Alta Axarquía están situados los dos pueblos situados a mayor altitud en toda la provincia, Alfarnate y Alfarnatejo. Casi a 900 metros sobre el nivel del mar y a las puertas de los llanos que dan paso al Poniente granadino, el primero de estos términos apenas ha registrado un positivo y el segundo se mantiene sin contagiados. El regidor de Alfarnatejo, Daniel Benítez (PSOE), incide como su homólogo en Canillas de Albaida en que desde que se decretó el Estado de Alarma se ha prolongado el cierre de los edificios públicos y no se ha bajado la guardia en «la limpieza y desinfección de las calles e instalaciones públicas, como gimnasio, cementerio, centro de salud, tanatorio, Casa de la Cultura o Casa de la Juventud», espeta. Asimismo se refiere a la responsabilidad ciudadana como clave a la hora de alcanzar los últimos días de agosto sin positivos, pero no olvida que se han tomado «medidas específicas» desde el Consistorio, como la contratación específica de una persona para la desinfección, a través del plan de empleo local.

Además de estos 25 municipios, merecen ser destacados, aunque alguno se haya mencionado ya, los diez pueblos con apenas un único positivo: Carratraca y Tolox dentro del Valle del Guadalhorce; Benalauría, Benarrabá, El Burgo y Genalguacil, en la Serranía; y Alfarnate, Benamargosa, La Viñuela y Sayalonga, en la Axarquía.