Con tan solo 8 meses de vida, Dante no ha llegado a comer por la boca. Y es que desde su nacimiento, este bebé de Villanueva de Algaidas se ve afectado por una encefalopatía hipóxico-isquémica, una patología que deriva en una parálisis cerebral que le impide tragar y le ocasiona problemas respiratorios y de movilidad. Una situación que unos padres primerizos nunca se hubieran imaginado, pero a la que irremediablemente tienen que hacer frente.

Aparte de someterse a sesiones de logopedia y fisioterapia por la Seguridad Social, Dante también acude a una clínica privada donde unos padres con un niño con la misma enfermedad «nos hablaron de los buenos resultados y la gran mejoría que había experimentado su hijo, siempre dentro de las posibilidades que permite la enfermedad, con el tratamiento de una clínica del municipio de Teo, en Galicia», cuenta Beatriz, mamá de Dante.

A raíz de ahí, nació una nueva esperanza para la familia, que decidió llamar a la clínica Foltra para informarse. Aunque lo idóneo hubiera sido que el propio doctor Devesa conociera a Dante en persona, «al encontrarnos tan lejos, desde el centro hicieron una excepción y estudiaron los informes vía telemática para finalmente dictaminar que Dante era apto para someterse a ese tratamiento». Fue entonces, hace un par de semanas, cuando emprendieron viaje a Galicia para que viesen a Dante y valorasen su situación. Aunque la eficacia del tratamiento no se sabe a ciencia cierta cuál será, «nos comentaron que al ser un bebé tiene más posibilidades de que vaya bien. Ha habido gente con problemas graves sin buenas expectativas que han salido bastantes satisfechos y otra gente que parecía que era más fácil y luego no ha sido así».

Dante está pendiente de dos intervenciones a las que tendrá que someterse antes de empezar el tratamiento. Pues al no poder tragar, tiene que comer por sonda nasogástrica, que se le pondrá directamente por la barriga.

Solidaridad

Aparte de poner a disposición pública dos cuentas bancarias para recibir donativos con los que pagar el tratamiento, los desplazamientos y la estancia a más de mil kilómetros del nucleo familiar, se está llevando a cabo una recogida de tapones, gestionada en parte por la asociación Amidis de Mollina, donde Dante ha estado recibiendo terapias.

Y es que las redes sociales se hicieron eco de la situación de Dante y más allá de la comarca, gente de toda la provincia de Málaga, Córdoba, Granada incluso de Salamanca «nos van a mandar cajas de tapones», así como gente de Galicia que también están realizando labores de difusión y recolecta. Todo un impulso que reciben tras haber pasado demasiado tiempo entre hospitales. «Todo el mundo nos está apoyando no sabemos cómo agradecer tanta solidaridad», manifiestan.

Aunque el tratamiento será costoso, todavía no tienen ningún presupuesto en sí cerrado, pues aparte del tratamiento medicinal, Dante tiene que hacer mucha rehabilitación. «El médico ha prescrito unas terapias y sesiones diarias de fisioterapia, logopedia, etc. que aumentarán según la evolución del niño».

Aunque en la clínica le dijeron que la duración mínima sería de seis meses, «según vayamos viendo tenemos planteado al menos realizar el tratamiento durante un año», explica Beatriz quien tiene claro que si no hay resultados, buscarán otra alternativa para su bebé. «Tenemos esperanza y como padres vamos a gastar hasta el último cartucho por nuestro hijo».