La comunidad educativa del IES Luis Barahona de Soto de Archidona ha pedido a la dirección del centro que proceda al cierre del mismo si en un plazo de dos semanas la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía no cubre el 100% de las bajas que ha sufrido la plantilla orgánica de limpieza, que aunque fue reforzada con dos trabajadoras con turno de 3 horas cada una, desde principios de septiembre se quedó al 40% al irse dos de las cinco empleadas que la formaban.

Tras más de dos meses de haber notificado la falta de personal, el servicio PAS de la Delegación Territorial de Educación en Málaga así como el inspector de la zona no aportaron ninguna solución.

Sin embargo, una tercera baja producida el pasado 5 de noviembre, y que tampoco contó con sustitución, fue el detonante para que desde el AMPA hasta el Claustro de Profesores se remitiera un escrito a Educación exigiendo una solución urgente en un contexto de pandemia donde la higiene y la desinfección son fundamentales.

Pues aunque el plan de limpieza le corresponde a la dirección de cada uno de los centros educativos, en el comunicado aseguran que «nos es imposible realizar las tareas de limpieza y de desinfección necesarias con un 40% de la plantilla». En una situación normal en la que «tardan más de dos meses en cubrir a dichas trabajadoras», se priorizaban las zonas de limpieza para evitar aumentar la carga de trabajo de las limpiadoras , «pero ahora con el Covid hay que desinfectarlo todo y algunos espacios incluso dos veces al día».

Por su parte, la Delegación de Educación ha asegurado a este medio que «se están haciendo los trámites necesarios para resolver este asunto a la mayor brevedad posible».

De hecho, cuando el centro mandó este escrito de reclamación, la Delegación de Gestión Económica le propuso «que si nos urgía y teníamos dinero de nuestros gastos de funcionamiento, hiciéramos un contrato menor a limpiadoras de una empresa privada», cuenta el jefe de estudios, Rubén Quirante. Una posibilidad que desde el instituto no consideraron una solución porque esos fondos estaban reservados para otras necesidades del centro.

Para su sorpresa, a finales de esta misma semana, una de las limpiadoras que estaba dada de baja desde el 18 de septiembre volvió al instituto con un papel de inspección médica porque le habían dado de «alta forzosa» , un remedio que tampoco ven oportuno. «Lo que queremos es que manden sustituciones, porque si alguien está enfermo, tiene que estar de baja y cuidándose, como es de lógica».

El inicio del curso en el Barahona ha sido un poco caótico, «pues nos hemos encontrado ante una situación de desamparo en la que la Administración no ha implantado ninguna medida contundente que, con medios, haya permitido poder afrontar con las mayores garantías posibles esta situación de pandemia». En este sentido, explica que mantener la distancia de seguridad entre una treintena de pupitres en una misma clase «es casi imposible, pues lo suyo sería desdoblar con más infraestructura y más profesorado» Es por ello que en los cursos dónde no se han podido cumplir las medidas , la enseñanza es semipresencial, aunque el Ayuntamiento les ha habilitado dos plantas de una anterior cooperativa.

Como en otros muchos institutos, en el Barahona mantienen las ventanas abiertas durante las lecciones para ventilar las clases «con suerte de que todavía no aprieta el frío de manera consecuente». Una solución sería instalar máquinas purificadoras, una práctica que se está extendiendo cada vez más entre los centros, «pero eso tiene un coste y no podemos porque a nosotros no nos han aumentado el presupuesto» argumenta el profesor, quien considera que esos gastos extra debería sufragarlos el ente autonómico y no «padres y profesores como están haciendo en otros sitios».

Aunque la Consejería se había comprometido a aumentar un 10% las cuentas de todos los centros educativos para hacer frente a los gastos derivados del Covid, «todavía no hemos visto ese dinero a día de hoy».

Otro de los hándicap en el centro ha sido la ausencia de sustitutos para los docentes, pues hasta seis profesores, por contagio o por contacto estrecho, han tenido que estar en casa durante 10 días durante el mismo periodo de tiempo. «Es la misma dinámica que para las limpiadoras, todos los casos que hemos tenido de profesores de baja por el Covid no han tenido sustituto, cuando supuestamente, también a través del anterior acuerdo, estos casos se deberían de cubrir de manera urgente. Ya nos han avisado cuando a los profesores se les había dado el alta».

Desde la dirección temen que todas las bajas que haya por coronavirus «sigan sin ser cubiertas», lo que se suma al cambio de los protocolos sanitarios para determinar si se aísla o no a un grupo. «Antes con un positivo se aislaba a una clase, ahora solo a los contactos estrechos, lo que aporta menos garantías de seguridad».