La enigmática transición de la Edad Antigua a la Edad Media en la provincia de Málaga puede llegar a verse esclarecida ahora más que nunca gracias a los nuevos descubrimientos arqueológicos que se están desarrollando desde hace tres meses en Castillejos de Quintana, en el extremo más septentrional de la Sierra de Gribralmora o del Hacho, en el municipio de Pizarra.

Y es que un equipo de especialistas dirigido por el arabista y doctor en Historia Medieval Virgilio Martínez Enamorado, vinculado a su vez a la Universidad de Málaga, está realizando una investigación y excavación arqueológica en un lugar, Castillejos de Quintana, que posiblemente fue una antigua ciudad monasterio, visigoda y musulmana que ha estado habitada al menos entre los siglos VI y IX, «un periodo de ocupación bastante largo en el que en el siglo VIII entraron los musulmanes, un cambio notable que se percibe con claridad en el sitio arqueológico», explica Martínez.

Concretamente, se están llevando a cabo dos intervenciones en la sierra. Una de ellas en la zona conocida como Fuente Luna, en la que se ha puesto en valor una necrópolis prehistórica formada por nueve tumbas de cista datadas en la Edad de Bronce. Las tumbas se han limpiado y se han protegido.

Por otro lado, a pocos kilómetros de allí, en el lugar medieval de los Castillejos de Quintana, se ha localizado una ciudad con una pequeña iglesia periférica y una cantera. «Se trata de una zona en medio del monte, con una naturaleza esplendorosa, aislada, donde se ve Álora desde muy cerca». El hallazgo más notable es la necrópolis visigoda, de la que se han descubierto casi una veintena de tumbas excavadas en la roca, de las que ya se conocían tres «porque se encontraban a la intemperie mientras que el resto estaban enterradas».

Todo parece apuntar a que se trataba de una urbe de unas siete hectáreas en la que «el modo de vida era rústico, de subsistencia básica, religioso y llevado a cabo por una comunidad de monjes que se dedicaban a la cantería».

Los arqueólogos están buscando además otra basílica, «que tendrá que aparecer seguramente por encima de la necrópolis». Y es que uno de los escasos testimonios que hay sobre esta época se encuentra en Bobastro, próximo a Ardales. Ciudad levantada por Omar Ben Hafsún y que actualmente conserva un impresionante legado arqueológico, pues precisamente allí fue donde el arqueólogo halló anteriormente otra basílica que seguramente está relacionada con los nuevos descubrimientos.

Los trabajos cuentan con el patrocinio del Ayuntamiento de Pizarra, de hecho la propia responsable del área de Cultura del Ayuntamiento del municipio, Francisca Rengel Castro, y otros trabajadores del Consistorio están implicados en las excavaciones.

Además, ambas intervenciones están subvencionadas por la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía pues los restos no solo han despertado el interés de los historiadores y científicos, sino que el paisaje que se avecina parece prometedor y con potencial para convertirse en un gran atractivo turístico de la zona y en una seña de identidad cultural en la provincia de Málaga.

Aunque ahora no se puede visitar, el objetivo es que algún día se convierta «en un yacimiento arqueológico visitable». Y es que se trata de un conjunto arqueológico que necesitará de varias campañas de intervención que se irán realizando en los próximos años», concluye el investigador, quien espera que se «pueda mantener y conservar en el futuro porque las posibilidades de este lugar son inmensas».