¿Serías capaz de invertir todos tus ahorros en un negocio en plena crisis económica? Con tan solo 22 años, Pablo Narváez lo ha hecho. Y no solo con uno, sino con dos: una tienda de informática y reparación de móviles y una operadora de telefonía a nivel nacional.

Su afán por la tecnología le llevó a investigar cómo podría hacer su proyecto realidad, una idea que terminó viendo viable con sus recursos y que finalmente consiguió materializar. Pues su convicción le llevó a dejar El Burgo, en la Serranía de Ronda, para comenzar una nueva ilusión en Málaga capital. Y es que Pablo se define a sí mismo como una persona inquieta a la que siempre le ha gustado «tener algo entre manos» y desde que tenía uso de razón ha tenido claro que quería ser dueño de su propio negocio.

Uvi Móvil, su tienda de electrónica, telefónica y reparación, lleva prestando servicio en el barrio de La Luz en la capital malagueña desde el pasado 2 de octubre. Y es que es tal el mal estado en el que llegan algunos dispositivos, que Pablo ha creado su «hospital de móviles» particular que cuenta con página web y reparto a domicilio, una práctica más extendida si cabe en estos tiempos de pandemia.

Pero es que además ha creado su propia operadora telefónica a nivel nacional, Guacamóvil, «la compañía más barata del mercado con asesoramiento personalizado. Nosotros todavía no hemos encontrado ninguna compañía que sea más económica que la nuestra» asegura.

Aunque «mucha gente» le ha dicho que su idea era muy arriesgada, él hizo de la dificultad que puede traer una crisis económica, una oportunidad de negocio, viendo una debilidad como una fortaleza. «Puede que vaya bien o mal, pero que nunca sea por no intentarlo».

La valentía de Pablo es incuestionable, pero confiesa que ver el telediario le da «vértigo». «Obviamente tengo miedo, ahora mismo la incertidumbre está presente porque nadie sabe qué pasara además de que tengo todos mis ahorros puestos aquí».

Y es que desde los 17 años, Pablo ha estado inmerso en el mundo laboral, primero en el ámbito familiar y luego al cumplir la mayoría de edad como teleoperador y auxiliar de producción, por lo que con su propio esfuerzo y con un poco de ayuda económica de sus familiares, ha conseguido sacar este proyecto adelante que compagina con sus estudios de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Málaga.

Aunque con la pandemia del coronavirus se ha incrementado el comercio electrónico, «estamos acostumbrados comprar en grandes compañías» es por eso que el joven hace un llamamiento a la población en general para que se fomente el comercio de proximidad porque además de ayudar a los emprendedores y autónomos «los comercios locales dan mucha vida a los barrios, a los pueblos y a las ciudades».

Pero además, si hay algo por lo que se caracteriza este joven de El Burgo es por su solidaridad. Desde que abrió la tienda, Pablo hizo un convenio de colaboración con la asociación de vecinos del barrio a través del cual les dona el 10% de determinadas compras para sus proyectos sociales. «A la misma vez que ellos aportan clientes, yo puedo ayudar al desarrollo social de la zona». Aunque desde el 15 de marzo dejó su labor en la protectora de animales de su pueblo, toda la primera ola de la pandemia se la pasó prestando servicio de forma ininterrumpida y altruista en Protección Civil. «De lunes a domingo hemos llevado medicamentos, comida, hemos realizado control de aforo, etc».

Esta es la historia de Pablo, un joven comprometido, trabajador digno de ejemplo por su valentía y solidaridad.