Junta de Andalucía

Ronda acoge este martes el Consejo de Gobierno como hizo en 1918 con la asamblea por la autonomía andaluza

En aquella histórica reunión, se adoptaron lo que Blas Infante denominó las "insignias" de la región: la bandera blanquiverde y el escudo, con Hércules

Plaza del Socorro, de Ronda

Plaza del Socorro, de Ronda / L. O.

E. P.

La Junta de Andalucía celebrará este martes su reunión del Consejo de Gobierno, la última antes del 28F, Día de Andalucía, en la ciudad malagueña de Ronda, donde cobró vida la reivindicación por la autonomía de Andalucía en 1918.

Aquí, el sentimiento de ser andaluz tomó carta de naturaleza política convirtiéndose en un objetivo, que, como recuerdan desde la Junta en un comunicado, quedó patente en la Asamblea celebrada los días 13 y 14 de enero de 1918, donde se adoptaron lo que Blas Infante denominó las "insignias" de la región: la bandera blanquiverde y el escudo, que representa a Hércules, acompañado por dos leones y flanqueado por las columnas del héroe griego, que la tradición sitúa en el Estrecho de Gibraltar.

La importancia que ha tenido la ciudad en la historia de Andalucía se ve reflejada en sus calles. En la Plaza del Socorro, por la parroquia que hay en uno de sus laterales, se levanta un enorme grupo escultórico con el escudo de Andalucía, un Hércules de bronce con sus leones junto a dos columnas, que hasta hace no mucho presidía una fuente monumental en el centro mismo de la plaza. El monumento se encuentra justo enfrente del Círculo de Artistas, que es el lugar donde en 1918 se celebró la Asamblea de Ronda.

Blas Infante había nacido en 1885 en la localidad malagueña de Casares, a unos 50 kilómetros de Ronda. En 1910, tras estudiar en Granada, se convirtió en notario de la localidad sevillana de Cantillana y comenzó a frecuentar el Ateneo de Sevilla, donde en 1914 presentó su Ideal andaluz, en el que ponía de manifiesto la existencia de Andalucía como una región histórica con una cultura y personalidad propias, y que se considera la primera manifestación del andalucismo como movimiento político.

Pero aún no había traspasado el plano teórico. Fue en 1916 cuando impulsó la creación del Centro Andaluz en Sevilla, que sería la institución que organizaría la Asamblea de Ronda de 1918, y fundó la revista Andalucía (1916), que se convertiría en el altavoz de la causa regionalista y el órgano de difusión de las ideas promovidas por el círculo de Blas Infante.

Asamblea de Ronda

La elección de Ronda como sede de la Asamblea vino marcada por su ubicación, próxima al cruce de Bobadilla, por el que atravesaban los principales caminos de la región en aquel momento, y que hoy sigue siendo punto estratégico para las comunicaciones en Andalucía.

En ella participaron unas 60 personas, procedentes de 39 localidades diferentes de toda Andalucía, Ceuta, Huesca y Madrid, según cuenta Enrique Iniesta en su libro Blas Infante, toda la verdad. Por provincias, el grupo más numeroso procedía de Cádiz (14) y por extracción social, más del 60 por ciento eran miembros de cierta burguesía económica y profesional.

Aunque no existen actas de aquellas reuniones, apunta Iniesta, sí se conocen algunas crónicas de la revista Andalucía, que adelantaría unos meses la publicación del Manifiesto para la adhesión a la Asamblea de Ronda.

Dicho texto comenzaba anunciando que el momento de Andalucía había llegado. Momento de que se "despierte y se levante para salvarse a sí misma y salvar a España de la vergonzosa decadencia a que han sido arrastradas durante varios siglos por los poderes centrales".

Además, apelaba al reconocimiento de los intereses de los municipios y fortalecerlos. "A nosotros corresponde fortalecer Andalucía y los Municipios andaluces, unificando su fuerza para intimar con ella", continúa el manifiesto, que defiende acabar con una Andalucía "del hambre y de la incultura".

Para ello, "es preciso, ante todo, fomentar el espíritu regional, el patriotismo regional, y necesitamos de la unión estrecha, en un solo cuerpo y espíritu, de todas las provincias andaluzas".

De este modo, la revista Andalucía finaliza haciendo una llamamiento a los ciudadanos. "Andaluces: Leed el programa Regionalista y acudid a la Asamblea de Ronda. La España centralista ha muerto. La colonización industrial extranjera, que la explota y domina, y su absoluta impotencia internacional, lo revelan bien claramente", concluye.

Así las cosas, la reunión empezó desvelando que no existía entre los asistentes una idea clara sobre qué debía ser Andalucía, más allá de una conciencia generalizada de su atraso social y económico, del que se culpaba al poder centralista. Pero en cuanto el debate descendía de lo etéreo a lo terrenal, éste se tropezaba.

El propio Blas Infante propuso, para salir del atolladero en el que aquello amenazaba con convertirse, tomar como punto de partida para el debate el proyecto de Constitución Federal de Andalucía que se presentó en Antequera en 1883, con más carácter regionalista que nacionalista, y posponer cualquier decisión a una próxima Asamblea, que se celebraría en Córdoba un año más tarde.