Medio Ambiente

Inician una recogida de firmas contra la instalación de tres torres eólicas en Álora

El proyecto Valdesequillo consta de tres molinos eólicos de 138 metros de altura y 2.000 kW de potencia que afecta también a Cártama, Almogía y Málaga

Lugar donde se levantarán las torres eólicas de Valdesequillo.

Lugar donde se levantarán las torres eólicas de Valdesequillo. / L.O.

Amanda Pinto

La Asociación de vecinos Álorasol ha puesto en marcha una recogida de firmas para luchar contra la aprobación de proyectos para la instalación de mega plantas fotovoltaicas y eólicas sobre el patrimonio del interior de la provincia de Málaga, principalmente el Valle del Guadalhorce, entorno de Sierra de las Nieves y del famoso Caminito del Rey.

Concretamente, la entidad informa de que hoy termina el plazo para presentar alegaciones contra el proyecto del parque eólico de Valdesequillo en Álora, un proyecto que por ahora consta de tres torres o molinos eólicos con una altura de buje de 138 metros, un diámetro de rotor de 103 metros y una potencia de 2.000 kilowatios.

La asociación denuncia que la línea de alta tensión atravesaría Álora por el aire, a 300 metros de unas viviendas, hasta llegar a Cártama, a donde llegaría de manera soterrada.

Álorasol insiste en que los terrenos por transcurrirán las líneas de evacuación serán expropiados. Por ello, insta a los vecinos a presentar alegaciones contra el proyecto de Valdesequillo, algo que cualquier vecino puede hacer online, con firma digital, a través del sitio web de la asociación: https://www.alorasolar.es

Bajo el lema ‘Renovables SI pero NO así’, Álorasol busca defender a la provincia de Málaga de la amenaza que, explican, suponen estas instalaciones. Actualmente, ya son tres las alegaciones llevadas a cabo por la entidad, que argumenta que estas megaplantas son un gran impacto sobre la biodiversidad, el medio ambiente y sobre los vecinos que viven o tienen propiedades localizadas en estas zonas.

Además afirma que se trata de proyectos fotovoltaicos y eólicos en manos de fondos de inversión privados, cuya energía se exportaría a Europa por lo cual no incidiría en la bajada del precio de nuestro recibo de la luz. Frente a este tipo de proyectos, ÁloraSol aboga por un modelo distribuido y de autoabastecimiento que podría crear empleo siete veces más que con la instalación de mega plantas, según la Asociación Nacional de Productores de energía renovable.

Además, otro de los aspectos que denuncian es el impacto económico de la instalación de estas placas ya que, sostienen que "no generan empleo. Los puestos de trabajo perdidos serán irrecuperables. La tierra donde se instalan estas placas acaba muerta, inservible y devastada, nuestros hermosos Valles se convertirán en desiertos y eriales".

A todo ello se añade el impacto directo sobre el turismo rural. "El turismo rural perderá todo su atractivo con la instalación de las placas. Los alojamientos rurales cerrarán indefectiblemente al no tener visitantes ya que no quedará nada que visitar excepto mares de placas", afirma Álorasol.

Sin embargo, el punto más perjudicial son los efectos adversos contra la salud que, tal y como apuntan, podrían derivar en problemas como insomnio, sordera, acúfenos, vértigos, mareos, cefaleas, ansiedad, entre otros.

"Ante la pasividad y negligencia de nuestros políticos somos los vecinos los que, forzosa y precipitadamente, hemos tenido que formarnos y movilizarnos para defender nuestro territorio", denuncia la organización.