Educación

Piden una unidad especial en un colegio de Campillos

El centro, con el apoyo de los vecinos de Campillos, ha impulsado una recogida de firmas con el fin de contar con los apoyos necesarios para conseguir que el colegio disponga de una Unidad de Educación Especial para atender a los alumnos con plurideficiencias, tras la negativa provisional de la Junta de Andalucía, que detalla la imposibilidad de su creación debido a los elevados costes que supone su ejecución - La Milagrosa busca así poder atender las necesidades de sus alumnos e impedir que se tengan que desplazar a otros centros educativos para completar su formación

Imagen exterior del centro. | AMANDA PINTO

Imagen exterior del centro. | AMANDA PINTO / amanda pinto. campillos

Amanda Pinto

Los vecinos de la localidad malagueña de Campillos han llevado a cabo una recogida de firmas con el fin de conseguir los apoyos necesarios para que el colegio La Milagrosa, ubicado en el municipio, disponga de una Unidad de Educación Especial en la que poder atender a los alumnos con plurideficiencias.

La Milagrosa es un centro concertado de educación Infantil, Primaria y Secundaria, donde están matriculados alrededor de 350 alumnos de la localidad. Actualmente, cuatro de ellos requieren una educación específica debido a su discapacidad pero, tal y como informan desde la institución, el año que viene serán dos más, por lo que la necesidad de contar con este tipo de instalaciones se incrementa. Sin embargo, la Junta ha denegado de forma provisional la petición debido a su elevado coste, lo que ha propiciado la movilización del pueblo.

La unidad tiene como objetivo que aquellos alumnos que presenten cualquier tipo de necesidad educativa especial puedan gozar de las mismas oportunidades que el resto para el desarrollo de sus estudios. Así lo explica Yaiza Benítez, directora del colegio y una de las promotoras de esta iniciativa, que insiste en la importancia del desarrollo de dicha unidad. «Debido a la ausencia de este espacio en el centro, los alumnos se verían obligados a tener que cambiar de colegio, con el consiguiente perjuicio para su desarrollo físico y mental», indica la docente. La implantación de esta unidad, tal y como señala la directora, permitiría a los alumnos con necesidades especiales conseguir una educación «a medida» de acuerdo a sus posibilidades de aprendizaje, «en un centro que los ha visto crecer y desarrollarse de manera personal y educativa». Pero la mayor ventaja que proporcionaría este recurso, según Yaiza, es la integración de un espacio social normalizado en el que prevalezcan las oportunidades de interacción social, cosa que «disminuiría considerablemente» si se tratara de otro centro totalmente diferente y desconocido para ellos.

La recogida de firmas la está realizando el AMPA tanto dentro como fuera de la localidad. Además, los vecinos también se están volcando con la causa, en todos los establecimientos comerciales hay hojas de firmas disponibles, así como en el propio colegio

Los vecinos de Campillos han sido claros ante esta situación, otorgando su apoyo al centro con una gran recogida de firmas. «La recogida de firmas la está realizando el AMPA del colegio tanto dentro como fuera de la localidad. Además, los vecinos también se están volcando con la causa, en todos los establecimientos comerciales hay hojas de firmas disponibles, así como en el propio colegio», indica la docente, que expresa su gratitud ante la ola de solidaridad de todo el pueblo.

Por su parte, los padres de los menores también se han unido a este grito y apelan a la solidaridad y a la «capacidad de empatía de todas las personas». «Cuando decidimos cual es el mejor centro para ellos, cuando por fin sentimos que están contentos, integrados y prosperando, de nuevo otra nueva dificultad y esta sin tener que ver con ellos», denuncian los progenitores, que añaden que se les está privando de elegir el centro educativo que quieren para sus hijos.

Pero el tiempo se agota, ya que tan solo quedan unos días para poder recurrir la decisión de la Junta de Andalucía, por lo que únicamente queda esperar a la «ansiada» respuesta positiva que permita a estos alumnos disponer de las instalaciones que precisan sin tener que cambiar de vida.

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