Cultura

Descubren en Antequera pinturas rupestres del Paleolítico de entre 30.000 y 60.000 años de antigüedad

También se han hallado restos de enterramientos y cerámicas que unen a los pobladores de la costa con el interior de la provincia de Málaga

El alcalde de Antequera, Manuel Barón, presenta el hallazgo.

El alcalde de Antequera, Manuel Barón, presenta el hallazgo. / L.O.

Celia Paredes

Nuevo hito histórico en Antequera: han descubierto una cueva al aire libre con restos de pinturas y arte rupestre del Paleolítico de entre 30.000 y 60.000 años de antigüedad. Un hallazgo al que se unen restos de enterramientos del Neolítico con restos óseos y cerámicas que apuntan a una conexión directa entre pobladores de la costa de Málaga con el interior de la provincia.

Se trata de un yacimiento más antiguo que los dólmenes de Menga, Viera y El Romeral. De hecho, son los vestigios más antiguos de la presencia del ser humano en el término municipal. Por el momento no se ha concretado el lugar exacto del hallazgo para salvaguardar su conservación, pero se sitúa en el entorno del Conjunto Arqueológico y ya se ha declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Una de las curiosidades del descubrimiento es que fue totalmente casual. Se produjo hace unos seis meses, cuando una familia antequerana encontró restos de lo que parecía ser una mandíbula, información que posteriormente notificaron al Ayuntamiento, quien contactó con investigadores de la época prehistórica de la provincia, en concreto de la Cueva de Nerja y la Cueva de Ardales.

Actualmente se está llevando a cabo un pre estudio y el diseño del proyecto, que se está realizando a nivel nacional y peninsular. El yacimiento está incluido en un proyecto de investigación a nivel europeo llamado 'First Art'.

Presentación de hallazgo en Antequera.

Presentación de hallazgo en Antequera. / L.O.

Además del alcalde de Antequera, Manuel Barón, y la teniente de alcalde de Patrimonio Histórico, Ana Cebrián, en el anuncio han estado presentes el arqueólogo municipal y coordinador de todas las actuaciones que se están desarrollando, Manuel Romero, así como los especialistas Luis-Efrén Fernández y Pedro Cantalejo, conservadores e investigadores responsables de la Cueva de Nerja y la Cueva de Ardales, quienes todo este tiempo han estado buscando indicios de una cueva del Paleolítico en la zona de Las Pedrizas. "Nos faltaba algo fundamental, que era la conexión necesaria entre el interior y la costa, donde hay media docena de yacimientos importantes del Paleolítico, que fue el fin de los neandertales y el principio de los primeros homos sapiens", explican.

En este sentido buscaban relacionar el modo de vida de estas personas, que se basaba exclusivamente en la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres. "Esas conexiones eran importantes porque en la costa no había una fauna potente. Esas personas tenían que subir al interior a cazar y a proveerse de todo tipo de alimentos. Lo teníamos en el valle del Guadalhorce, en el valle del Guadiaro, pero no en los valles de interior con la gran depresión de Antequera", destacan.

Las primeras premisas apuntan a una última ocupación de la cueva desde finales del Neolítico hasta comienzos de la Edad del Cobre, con al menos dos individuos, uno juvenil y otro de edad infantil. "Este hecho pone a Antequera en el epicentro de los estudios del arte paleolítico y sus orígenes, y todo el vuelco que está dando la provincia de Málaga", aseguran.

En todo el mundo solo hay localizados 300 asentamientos del Paleolítico, por lo que este nuevo hallazgo es "un verdadero milagro", han calificado. "Las primeras impresiones que han tenido todo el equipo de investigación han sido realmente sorprendentes, porque ahora sí disponemos de la capacidad de empezar a estudiar un yacimiento que puede ser clave para entender los yacimientos de la bahía de Málaga", manifiestan.

Las pinturas encontradas no son elementos dibujados, sino signos y marcas, "que lo hacen todo más complicado", confirman. El panel conserva manifestaciones gráficas paleolíticas realizadas con pigmento rojo y se encuentra en el frente de un gran bloque dolomítico basculado, de tal manera que los espeleotemas y los signos dibujados, originalmente verticales o subverticales, aparecen ahora con disposición horizontal.

Este tipo de motivos gráficos no figurativos, donde se emplearon pigmentos rojos obtenidos del óxido de hierro y consistentes en manchas, trazos lineales, barras y puntuaciones realizadas con los dedos o sopladas (pulverizadas o escupidas) sobre paredes de cavidades naturales, estalactitas, estalagmitas, pliegues o aristas, se han detectado en las cuevas de Nerja y varias de su entorno inmediato, Ardales, Higuerón y Victoria (Rincón de la Victoria), Calamorro (Benalmádena), Pecho Redondo (Marbella) y la Pileta (Benaoján).

Las dataciones absolutas de algunos de estos vestigios que, en la provincia de Málaga se han realizado en Ardales y Nerja, están otorgando fechas muy antiguas, de entre 60.000 y 24.000 años, lo que los sitúa en las fases previas al conocido Arte figurativo Paleolítico europeo. Conformarían un ciclo que se viene denominando "horizonte anicónico" y que tiene una amplia extensión geográfica.

Por su parte, el alcalde ha calificado el descubrimiento como "un hecho singular, histórico e inédito. A partir de ahora retrocede en su historia hasta unas decenas de miles de años hacia atrás pasando del Neolítico al Paleolítico gracias a este hallazgo".

"Se reafirman y se consolidan todas las teorías existentes como que la provincia de Málaga es un lugar único en lo que significa el Paleolítico dentro de la Europa Continental. Además, Antequera vuelve a ser, hoy más que nunca, ciudad milenaria", aseguraba el alcalde.

Con este descubrimiento, Antequera se incorpora al ya amplio número de cavidades decoradas que se encuentran en el epicentro de una activa dinámica del proceso de investigación que está sacudiendo los cimientos de paradigmas que permanecían inmóviles desde hace más de un siglo. Junto con cavidades extremeñas, portuguesas y de la Cornisa Cantábrica, Málaga se ha convertido en un verdadero laboratorio para la datación e interpretación del Arte Paleolítico.