Yacimiento arqueológico

Villa Antiopa: una residencia de la nobleza romana abre sus puertas en Rincón de la Victoria

El yacimiento arqueológico, descubierto hace casi 20 años, es una experiencia para conocer de cerca cómo se vivía en 'Malaca' - Fue declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía en 2008

Ana Barranco

Ana Barranco

El Nobel de Literatura José Saramago, más de una vez, dijo: "Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica porque se empieza por el olvido y se termina por la indiferencia". Y es que hacer memoria no es más que entender el encuentro con el pasado y tenerle un respeto especial. Esa fue precisamente la tarea que comenzó, hace casi 20 años, el arqueólogo Juan Bautista Salado.

Mientras en la Avenida de la Torre (Torre de Benagalbón), a escasos metros de la orilla del mar, se levantaba un edificio de viviendas, los obreros encontraron los que podrían ser los restos de una villa de cientos de años de antigüedad. Salado fue el encargado de transmitir a su hermano Francisco, que dos años después se convertiría en el alcalde del Rincón, su preocupación por la que es considerada "una de las villas romanas mejor conservadas de Andalucía". 

Vida en la Malaca romana

Villa Antiopa es una forma de contemplar cómo se vivía en 'Malaca' entre finales del siglo III y principios del siglo IV d.C. El complejo, de dos plantas, permite asomarse a las habitaciones privadas, los salones y los almacenes de 'garum', de lo que suponen los arqueólogos sería una familia de la nobleza de la época. "Han sido muchos años de trabajo y sueños. Hoy es un día histórico para el Rincón de la Victoria y para la provincia de Málaga (...). Este solar enterraba un tesoro que había que descubrir y proteger", ha celebrado el alcalde del Rincón Francisco Salado, también presidente de la Diputación provincial

Inauguración del complejo arqueológico de la villa romana de Antiopa

Vista de la distribución de estancias de la villa. / Álex Zea

Un mosaico de Antíope, la reina de las amazonas, según la mitología romana, da la bienvenida a la visita. Al observar la complejidad del dibujo, que la representa en su relación íntima con Satyr, que es en realidad Zeus disfrazado de sátiro para seducirla, unos ojos inocentes comenzarían a pensar cuánto tiempo requirió que los suelos estuvieran habilitados para el día a día de la villa, fabricados a partir de pequeñas teselas de estuco y cerámica

"Hasta 13 mosaicos y 142 piezas (...). Hoy podemos disfrutar de esta joya. Es uno de los hitos históricos más importantes de nuestro municipio", ha destacado ante los medios Francisco Salado, quien ha añadido: "No se puede amar lo que no se conoce y tampoco defender lo que no se ama". El paseo por la tarima desde el dormitorio continúa hacia el pórtico norte, junto al que, hace 1.800 años, se situaba la habitación del administrador, en latín el 'uillicus', también decoradas con motivos geométricos y naturales en el suelo que parecen postales. 

La residencia romana se puede observar también desde arriba, una primera planta que abre a los sentidos una recreación del 'garum', el sazonador que nuestros antepasados utilizaban para aderezar prácticamente cualquier plato. La salsa, elaborada a partir de la fermentación en sal de pescados pequeños, sobre todo boquerones y sardinas, se siente a un solo click. Y es que en una mesa sobre la que reposan cuatro cilindros perforados, se puede oler. "No ha sido un camino fácil pero gracias a la perseverancia y profesionalidad hoy estamos aquí", ha agradecido la delegada de la Junta de Andalucía en Málaga, Patricia Navarro a los arqueólogos y restauradores encargados del yacimiento. 

Inauguración del complejo arqueológico de la villa romana de Antiopa

Uno de los mosaicos que tiene la villa romana. / Álex Zea

Una inversión pública de 1,5 millones de euros

La Villa Antiopa cuenta con una protección especial, al haber sido declarada en 2008 como Bien de Interés de Cultural (BIC) por el gobierno autonómico. Entonces fue cuando continuaron las labores de excavación y musealización, en la que ha sido "imprescindible" la colaboración del Ayuntamiento del Rincón con la Junta y el Gobierno central. Y es que gracias a dichos acuerdos, también con otros espacios de exposiciones como el Museo de Málaga, se han podido traer piezas que ayudan a "darle contexto a la villa", según ha detallado a La Opinión una de las restauradoras del yacimiento, Zahira Salado

"El trabajo conjunto de las administraciones públicas es lo que demandan los ciudadanos y en eso hemos estado todos (...). La inversión está muy bien invertida", ha apuntado Francisco Salado. Los procesos de restauración de la villa de Torre de Benagalbón han contado con casi 700.000 euros procedentes del Ministerio de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana del Gobierno de España, mientras que 907.708 euros han sido aportados por el consistorio. 

El trabajo de exposición en ocho espacios, que incluyen casi 150 piezas, ha permitido que ya se pueden ver ánforas, cazuelas, cerámicas, jarras y vidrios. Entre ellas, la reliquia "protagonista", una figura de mármol blanco del dios del vino 'Baco', cedida por el Museo de Málaga. "Sin duda supondrá un viaje. La visita es una experiencia única, sensitiva, especial. Se podrá ver, oír, tocar y y hasta oler la historia", ha destacado el alcalde del Rincón en una rueda de prensa. 

El yacimiento de la Torre de Benagalbón ha contado con el trabajo de los arqueólogos de la Universidad de Málaga Encarnación Serrano y José Suárez. "Sin duda la puesta en valor de estos retos supone un aliciente para contemplar in situ la historia y será un nuevo punto de interés turístico que viene a dar competencia a este municipio señero de la provincia", ha añadido Javier Salas, subdelegado del Gobierno central en Málaga. 

La intención del Ayuntamiento de Rincón de la Victoria es ampliar las instalaciones con una zona destinada a la investigación y otra dedicada a explicar la historia del municipio de una forma didáctica, de manera que sea el destino de excursiones de escolares y otros estudiantes.

"Somos los médicos de la arqueología"

"Mira abuela, esta la he restaurado yo". Zahira Salado es una de las restauradores de la villa romana de Torre de Benagalbón. Ver su trabajo por primera vez expuesto en un museo le resulta "emocionante", y es que, con tan solo 24 años, ya ha trabajado en una excavación de "gran relevancia histórica" para la provincia de Málaga. "Los restauradores somos los médicos del patrimonio, de la arqueología, del arte", ha apuntado en una entrevista a este periódico.

Su trabajo ha consistido en recuperar algunas de las piezas que permiten conocer el contexto de la residencia, qué se comía, en qué recipientes y, en definitiva, cuál era el día a día de los habitantes de la casa hace más de 1.800 años. Para ella resulta esencial "el microclima de las vitrinas", pues las piezas tienen que encontrarse en unas condiciones concretas de temperatura y humedad que impidan que se deteriore.

Además, ha colaborado con otros profesionales que han recreado algunos de los mosaicos. Al no encontrarse completos, pero sí en muy buen estado de conservación, "permiten continuar el patrón. Se pueden recrear las cenefas en algunas zonas", aclara la historiadora.