MEdio ambiente

La Junta da un «plazo improrrogable» para el desalojo de la Ecoreserva de Ojén

El periodo para sacar a las especies improntadas (aquellas acostumbradas al trato con humanos) que viven en esas 82 hectáreas de Sierra Blanca se cumple la próxima semana, según una resolución fechada a finales de abril

La Ecoreserva tendrá que cerrar sus puertas.

La Ecoreserva tendrá que cerrar sus puertas. / ESTHER GÓMEZ

EFE

La Junta de Andalucía ha puesto fecha al desalojo de más de un centenar de animales de la Ecoreserva de Ojén y ha dado un «plazo improrrogable de 10 días» que se cumple la próxima semana, para sacar a las especies improntadas (aquellas acostumbradas al trato con humanos) que viven en esas 82 hectáreas de Sierra Blanca.

En una resolución fechada el 30 de abril a la que ha tenido acceso Efe, el delegado de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, José Antonio Víquez, ha requerido al actual responsable de la reserva, Antonio Calvo, «al desalojo del espacio de dominio público».

También le ha advertido que, de no hacerlo, la Delegación de Medio Ambiente procederá «a ejecutar de forma subsidiaria el traslado de los animales improntados», esto quiere decir que los sacará de allí la misma administración y se lo cobrará a Calvo.

Para intentar evitar lo que parece un desahucio inminente, un grupo de amigos de los animales y de la Ecoreserva se concentrarán el próximo martes, 16 de mayo, de 11 a 15 horas a las puertas de la Consejería en el número 17 de la calle Hilera, en Málaga, para protestar por lo que consideran «un atropello» y una «falta de sensibilidad» contra unos animales que «viven felices en el campo y no molestan a nadie».

Además, han logrado recoger casi 50.000 firmas a través de la plataforma change.org, que remitirán al delegado de Medio Ambiente, a favor de mantener abierto el parque. El motivo, que la Junta ha dado por finalizada la cesión de este espacio a la Ecoreserva aduciendo que el concesionario no cumple con la normativa de parques zoológico y que tiene animales, huérfanos o recogidos, que carecen de documentación que acredite su origen.

Pero la realidad es que este parque no es un zoo al uso, es un pedazo de monte vallado en cuyo interior los animales habitan en libertad y su impulsor siempre soñó con que un día pudiera ser un «santuario animal» como el parque Richmond en Londres (Reino Unido) o el Fénix en Dublín (Irlanda), ha comentado a Efe Calvo.

En la Ecoreserva de Ojén, cerrada al público por la Junta en febrero de 2022, viven varios cientos de ejemplares de ciervos, muflones, cabras montesas y jabalíes, entre otros; muchos de ellos rescatados, aunque «todos necesitan cuidado, agua y comida», ha explicado su cuidador, angustiado por el futuro de unos animales a los que atiende con dedicación y sin recursos.