Agricultura

Faraján inicia la saca de corcho en los alcornocales del municipio

El alcalde pide ayuda a las administraciones para que no se pierda el oficio y se cree algún tipo de industria que permita generar más oportunidades laborales en la comarca

La saca de corcho es un arte antiguo que sigue generando empleo en las zonas rurales.

La saca de corcho es un arte antiguo que sigue generando empleo en las zonas rurales. / l.o.

Alejandro González

Alejandro González

Málaga

Faraján, un municipio de la parte alta del Valle del Genal, en la Serranía de Ronda, ha comenzado la saca de corcho, una faena tradicional en la que las cuadrillas cortan la ‘piel’ de los alcornoques, que luego recogen y transportan los arrieros para su venta.

La campaña se extiende entre junio y agosto, meses de mucho calor en el Alto Genal, pero permite crear empleo en un pueblo de apenas 280 habitantes. «Además, tiene un alto valor ecológico porque un solo alcornocal de mediana edad absorbe 70 kilos de CO₂ al año y permite reducir la huella de carbono», explica el alcalde de Faraján, Rogelio Barragán (PSOE). 

El 30% del territorio de este municipio son alcornoques y otro 30% encinas, árboles de hoja perenne, es decir, que están absorbiendo CO₂ durante todo el año, de ahí su importante valor ecológico, destaca el alcalde.

El proceso

Durante el verano, las cuadrillas, compuestas por entre 12 y 15 personas, se suben a los alcornoques y los descorchan valiéndose de hachas en grandes tajadas o ‘corchas’, que luego recogen y transportan, generalmente en mulos, hasta el lugar más próximo donde puedan acceder los camiones.

El descorche de los alcornoques exige mucha destreza y buena condición física.

El descorche de los alcornoques exige mucha destreza y buena condición física. / l.o.

El oficio no tiene secretos para Juan Andrades Carrillo, que a sus 84 años lleva toda la vida sacando corcho de los montes de Faraján. «Ahora hay escaleras, pero antes tenías que subir como pudieras. Hay árboles a los que es fácil subir, pero en otros es muy complicado. Además, hay que tener mucho cuidado con los nidos de abejorros» explica este vecino del pueblo. 

A lo largo de casi siete décadas, Carrillo ha ejercido todas las labores de este trabajo y por su dilatada experiencia recurren a él cuando detectan un nido de abejorros en los árboles. «Los quito con unos polvos y un palo. Cuando veo que están entretenidos, porque han llegado otros abejorros con comida, le doy fuete con el palo y echo a correr lo más rápido que puedo, porque son capaces de seguirte por el aliento y como te piquen estás perdido».

Propiedades

«El corcho es un material excepcional. Ha resistido al tapón de silicona de las botellas de vino porque ayuda a su envejecimiento y tiene propiedades que otros tipos de tapones no tienen», explica Rogelio Barragán. «Además, se utiliza como aislante en la construcción y, en algunos países del norte de Europa, mezclan el polvo de corcho para hacer pinturas antihumedad por sus propiedades naturales».

Juan Andrades Carrillo lleva siete décadas descorchando alcornoques en el Valle del Genal.

Juan Andrades Carrillo lleva siete décadas descorchando alcornoques en el Valle del Genal. / l.o.

«Además, es ignífugo. En el gran incendio de Sierra Bermeja hace unos años los alcornoques estaban como lechugas porque el corcho no arde», explica el alcalde de Faraján. 

Beneficios

La mayoría de las fincas de alcornocales del municipio están en manos privadas, que venden el corcho a empresas, sobre todo de Portugal y Cataluña. «Aquí tenemos la materia prima, pero el beneficio se lo llevan otros», lamenta Rogelio Barragán, quien hace un llamamiento a las administraciones públicas para potenciar una actividad que tiene un gran valor medioambiental.

«Somos el gran pulmón de la provincia de Málaga y necesitamos el apoyo de las administraciones para crear riqueza en el pueblo mediante la creación de escuelas taller para que este oficio no se pierda y de algún tipo de industria en el parque de los alcornocales que permita trabajar el corcho y elaborar aquí artículos a partir de la materia prima que tenemos», explica el regidor farajeño.

La orografía del Valle del Genal hace necesario el uso de mulos para transportar las corchas.

La orografía del Valle del Genal hace necesario el uso de mulos para transportar las corchas. / l.o.

Cada año, se sacan 10.000 quintales castellanos de corcho de los montes de Faraján, unos 465.000 kilos de corcho (unas 465 toneladas) de un material que se llevan empresas de fuera para hacer los tapones de las botellas de cava catalán o de vino de Portugal y de otros países del mundo.

Portugal y España producen el 90% del corcho a nivel mundial, que también producen en pequeñas cantidades Argelia y Marruecos, pero el beneficio económico que repercute en la comarca es ínfimo comparado con las posibilidades de este material cuya manufactura podría ayudar al desarrollo económico de la zona y contribuir a fijar una población que cada año se ve más amenazada por la falta de oportunidades laborales.

La

Tracking Pixel Contents