Denuncian el cierre de un ciclo de FP Básica de Alfarería y Vidriería para jóvenes con necesidades especiales en Álora

El Ayuntamiento de Álora ha denunciado a través de las redes sociales la decisión de la Junta de Andalucía de suprimir un ciclo de Formación Profesional Básica de Alfarería y Vidriería dirigido a alumnos con necesidades educativas especiales, en el Instituto de Educación Secundaria Las Flores de dicho municipio.

La comunidad educativa informó ayer a los padres de la decisión comunicada por Planificación Educativa a la dirección del centro, vía telefónica, de que el año que viene sólo se matricularían alumnos en el segundo de los dos cursos de que consta el ciclo, como paso previo a la desaparición del programa educativo.

"Tuvimos conocimiento de esta decisión el pasado 5 de mayo, cuando se nos informó de la eliminación de estos programas formativos, dirigidos a jóvenes de entre 16 y 21 años con necesidades específicas de apoyo educativo", explica el Consistorio perote.

Más de 15 años

Este ciclo de Formación Profesional Básica, que se lleva impartiendo en Álora desde hace más de 15 años, es el único de Alfarería y Vidriería de Andalucía, junto a otro que se imparte en Úbeda, y permite incrementar su autonomía personal, social y laboral a jóvenes con necesidades educativas especiales.

Actualmente, cursan ese ciclo un total de 8 alumnos "y no son más porque la Junta no les pone transporte, pero sabemos que hay niños en Ardales y Cártama interesados en estudiar aquí", explica María Luisa Luque, uno de los tres docentes que imparten este ciclo.

"Aquí aprenden habilidades personales para relacionarse con los demás y ganar autonomía en su vida diaria", explica María Luisa. "Incluso el comedor escolar también es imprescindible para muchos de ellos, por su situación familiar", explica la maestra.

Desarrollo

María Luisa explica que para estos alumnos es la única alternativa educativa que existe en la comarca y prueba de las habilidades que adquieren en este ciclo es que una de sus antiguas alumnas ha terminado un taller de formación y está haciendo prácticas en el Ayuntamiento de Álora. Y otro antiguo alumno con necesidades especiales que modelaba muy bien está cursando un título propio en Cultura para personas con diversidad en la Universidad de Málaga.

"Quizás este título no les va a servir para encontrar un trabajo pero sí les va a permitir crecer mucho como persona. Mi hija que también estudia en la UMA se lo encuentra allí de vez en cuando y ves que es un chico que se siente igual e integrado como cualquier otro y eso es en parte gracias a ciclos como este", cuenta María Luisa Luque.

"No se trata de que los tres docentes perdamos nuestros puestos de trabajo. Nosotros podemos ganarnos la vida de otra manera pero para estos jóvenes es el único recurso que tienen, un recurso que permite a sus familias trabajar y llevar una vida normal sabiendo que sus hijos están aquí aprendiendo", explica María Luisa.

Actualmente, los alumnos de alfarería están trabajando en la construcción de un mural de cerámica para el área de Igualdad del Ayuntamiento y los de vidriería van a hacer una vidriera para la biblioteca municipal.

Alternativa

El Ayuntamiento de Álora se queja de que la Consejería de Educación va a suprimir este ciclo sin ofrecer una alternativa, dejando a estos jóvenes fuera del sistema. "Sin un entorno adaptado, sin continuidad educativa, y sin los recursos necesarios para construir un futuro digno".

"Esto no es solo una decisión administrativa. Es un ataque directo a los derechos de quienes más lo necesitan. Es una cuestión de inclusión, de igualdad de oportunidades y de respeto" afirma el Consistorio.

Movilizaciones

La comunidad educativa prepara movilizaciones para que estos jóvenes no se queden en la calle. De momento van a manifestarse contra el cierre de un aula de carpintería de un Programa de Transición a la Vida Adulta y Laboral, similar al de Álora, pero en el Colegio Reina Sofía de Antequera, "donde estudian más de 10 jóvenes y que también han anunciado que van a cerrar", explica María Luisa Luque.

Los maestros están dispuestos a llegar donde haga falta para mantener el ciclo abierto "porque una vez que cierre no lo vamos a volver a recuperar. Cuando avisamos a los padres para que asistieran a la reunión de ayer pensaban que era para organizar un viaje de fin de curso. Imagínate la sorpresa que se llevaron", explica María Luisa Luque.

La maestra se pregunta qué sentido tiene cerrar un ciclo que fue subvencionado a final de año por la Unión Europea con 16.000 euros para la compra de material, entre ellos nuevos hornos para trabajar el barro. "Aquí tenemos unos 50.000 euros en maquinaria para cerámica y vidrio, a dónde va a ir a parar todo esto y qué va a ser de estos jóvenes", se pregunta la docente.

Este diario ha contactado con la Delegación de Educación y está a la espera de una respuesta sobre este asunto.