No es solo volver a las andadas, que es lo primero que se le ocurre a uno después de ver la película, también es una revisitación gratuita y a todas luces innecesaria de una saga, 'Halloween', vinculada al siniestro psicópata Michael Myers que se prolonga ya la friolera de cuatro décadas.

Fruto de la imaginación y de las virtudes innegables del director y guionista John Carpenter en los dominios del terror, que se hicieron efectivas en 1978 con 'La noche de Halloween', su influencia ha sido notoria y ha sembrado de secuelas las pantallas con una decena de productos marcados, salvo el que inauguró la serie, por la mediocridad, la reiteración y la ausencia de recursos. Este regreso no modifica el rumbo ni la entidad de la franquicia y aunque se han introducidos algunas novedades en el argumento, especialmente en lo que atañe al componente familiar de la trama, la suerte apenas ha cambiado.

Con la nada operativa presencia de Carpenter en los créditos, simplemente en cometidos de producción y de creador de los personajes, era complicado mejorar un panorama alicaído y en el que solo la labor de Jamie Lee Curtis consigue generar algún momento de tensión. Lo cierto es que carece de ingredientes para dar intensidad y originalidad a este nuevo capítulo de las andanzas de siniestro asesino. Tampoco la incorporación de un director como David Gordon Green, que debuta en el terror tras una carrera irrelevante en los géneros más diversos, con comedias tan sosas como 'Superfumados' o 'El canguro', han contribuido a mejorar las cosas.

El plato fuerte de la cinta se ha cernido sobre el enésimo reencuentro de Myers con su némesis, Laurie Strode, la mujer que fue testigo de los crímenes que se llevaron a cabo cuarenta años antes, logrando salir apenas con vida de la masacre, y que no ha logrado quitarse de encima semejante estigma. Aquí la vemos en un plano familiar, al frente de los designios de su hija Judy y su nieta Andi, muy sensible todavía a los efectos de la tragedia, pero con el brío necesario para controlar su seguridad.