Andrew Lincoln ha abandonado 'The Walking Dead', tras nueve temporadas al frente dando vida a Rick Grimes. En el anterior episodio, todo apuntaba a que el protagonista tendría un malogrado desenlace, sin embargo, el capítulo 9x05 ha dado un giro de 180 grados para despedir al líder de Alexandria, dejando la puerta abierta a un posible regreso.

(Atención: esta noticia contiene SPOILERS)

El episodio, titulado 'What comes after' ('Lo que viene después'), comienza con Rick empalado por un barra de metal, tras caer accidentalmente de su caballo en el capítulo anterior. El sheriff tiene una visión de sí cuando empezó 'The Walking Dead', despertándose en una cama de hospital completamente solo. "Despierta, es hora de irnos", le dice el viejo Rick al joven Rick. El protagonista está atrapado en un montón de escombros y rodeado de caminantes, así que se quita el cinturón, lo coloca alrededor de la barra y consigue sacarla, gritando y sangrando.

Rick se sube a su caballo, se dirige a una cabaña abandonada y se desmaya. Allí tiene otra visión en la que aparece en Atlanta a caballo, tal como lo hizo en el episodio piloto. Aparece Shane (Jon Bernthal), su antiguo compañero. Rick le dice que estaba buscando a su familia. "Podría decir que es mi familia a la que buscas, ¿verdad?", responde Shane, antes de preguntar si su hija Judith tiene sus ojos. Shane reconoce que presionó a Rick para convertirse en el "imbécil violento" que debía ser para convertirse en líder, el tipo de personaje que tenía que ser también en este momento para sobrevivir. Rick se disculpa por lo que le hizo a Shane, aunque a su compañero no parece importarle demasiado. "Tienes que olvidar esa mierda", le responde Shane.

Tras esta visión, Rick logra salir de la cabaña, rodeada de zombies, escapando por poco de la muerte y dirigiéndose hacia el puente para protegerlo de la horda, porque si pierde el puente, las comunidades quedarán aisladas la una de la otra y su sueño y el de Carl de una sociedad unidad no prosperará.

Tras esto, Rick tiene otra visión, ahora protagonizada por Hershel, quien le dice que su hija Maggie es fuerte y que no deje preocuparse por ella. Entonces, Rick se ve a sí mismo atravesando una puerta con una señal que dice "No entres, muertos dentro", que ya apareció en el episodio piloto. Allí se ve rodeado por una horda de caminantes, mezclados con algunas caras conocidas: Shane, Beth, Michonne, Daryl. Sasha emerge de entre los muertos para decirle a Rick que no desespere, que ha hecho todo lo que ha podido, pero que ahora tiene que despertarse.

Cuando despierta, Rick se encuentra en el campamento del puente, donde de nuevo tiene una visión en la que aparece Michonne diciéndole que se enamoró de él porque es un luchador que nunca se rinde. Para evitar que los caminantes lleguen al campamento, Rick ve una caja de dinamita en el puente y dispara, provocando una explosión.

Pero el protagonista no ha muerto. Mientras espera al helicóptero, Jadis ve a Rick. La líder de los Carroñeros contacta con la nave, asegurando que tiene a alguien para ellos. Alguien que la salvó y a quien iba a devolver el favor. Segundos después, aparece Rick con un tubo de oxígeno, como en el primer episodio. "Vas a estar bien. Voy a salvarte", le dice Jadis. Tras esto, el helicóptero desaparece en la distancia.

Tras el adiós de Rick, el episodio da un salto temporal, mostrando a varios supervivientes luchando contra una horda de caminantes. Entonces aparece una niña, de unos 10 años, con una pistola y una espada, llevando un sombrero vaquero. Es Judith, por lo que los nuevos episodios se sitúan aproximadamente ocho años después del final de la Guerra Total.

Tal y como muchos fans esperaban, Rick ha conseguido sobrevivir, a pesar de que el 'cliffhanger' del episodio anterior hacía presagiar lo peor. Sin embargo, Andrew Lincoln ya aseguró que su relación con el personaje no había terminado, por lo que la ficción deja la puerta abierta a un posible regreso del protagonista.