Por fin se emitió ‘En tierra extraña’, el documental de Iciar Bollain sobre los jóvenes españoles que marcados por la crisis económica tuvieron que emigrar a Edimburgo cargados de títulos y dispuestos a trabajar de lo que fuere. Quede claro que la película está producida por TVE y que data de 2014. De ahí nuestro asombro.

El largometraje fue presentado en sociedad en el Festival de Cine de San Sebastián. El Palacio del Kursaal se llenó como en las grandes ocasiones. Y a su término los asistentes prorrumpieron en una ovación que duró varios minutos. La película ponía el dedo en la llaga en unos momentos en los que esta situación maceraba almas y provocaba muchas lágrimas.

Los acontecimientos del siglo XXI van tan aprisa que arrinconar un documento de estas características durante cinco años es tanto como convertirlo, si no en anacrónico, sí como un vestigio de una época pasada. Revisitando ‘En tierra extraña’ sentí el pellizco y la rabia de la primera vez.

Surgen varias preguntas. ¿Por qué se mantuvo en la nevera guardado tantos años? ¿Y por qué llegado el momento de la emisión lo hizo sin ningún tipo de promoción? Es verdad que en la película se insertan fragmentos del ‘subversivo’ monólogo teatral de Alberto San Juan.

Si TVE actuara como debiera, ‘En tierra extraña’, una producción de la casa, se habría emitido en el ‘prime time’ de La 1. Pero como las cosas están como están, vio la luz en la madrugada de La 2. Y lo que es más inaudito. Sin arropar.

Sin que nadie advirtiera de su emisión. Cuando lo suyo habría sido complementar la emisión con un amplio debate sobre lo que plantea Iciar Bollain en su largo. Que de por sí es tremendo. Y esto sucede en la etapa de Rosa María Mateo. Desconcertante.