Su mayor virtud es que sabe aglutinar todos los aspectos fundamentales del cine con superhéroes y lo logra con la mirada puesta, sobre todo, en el auditorio juvenil.

De esta forma, Shazam retoma ingredientes de todo este filón argumental, especialmente de los títulos de Superman y Batman, incorporando elevadas dosis de acción y de espectáculo. Una fórmula que atrae a los pequeños y que no desagrada a los adultos, que bebe a menudo en las fuentes de un humor que sin ser muy original sí hace la proyección más amena.

De ahí que esta primera incursión en la pantalla grande de este superhéroe de DC Comics esté convocando en masa al público y se asegure, como es lógico, el premio de la secuela. Sin que la dirección de Sandberg (Nunca apagues la luz, Annabelle: Creation), sea algo notable o brillante, únicamente aportando un oficio discreto y valiéndose de momentos divertidos que se agradecen, ha conseguido culminar un largometraje discreto en el mejor de los casos, que alcanza los 130 minutos, mérito a tener muyen cuenta, sin provocar altibajos.

Lo más discutible y donde se deja sentir con más fuerza la influencia de Superman, es el alargamiento del enfrentamiento final de Shazam y el supervillano de turno, un siniestro de tomo y lomo como el doctor Thaddeus Sivana.

En esta primera aventura de Shazam vemos cómo un niño de 14 años, Billy Batson, que se ha criado en una casa de acogida sin más compañía que la de su amigo Freeman y un grupo multirracial, hace realidad un prodigio que permite al adolescente convertirse en un héroe con superpoderes simplemente con pronunciar la palabra Shazam y que se erige de este modo en el personaje más poderoso del planeta.

Así, con cosas que remiten a la serie de Harry Potter, el mago Shazman inicia su prodigiosa odisea en una ciudad, Filadelfia, que va a ser testigo de hechos increíbles. Lo más alucinante es, por supuesto, la lucha contra los monstruos que componen los siete pecados mortales y ese epílogo en el que el protagonista ha de hacer frente a su cruel y terrible enemigo, el doctor con un ojo las ser Thaddeus Sivana.