Digámoslo de entrada. Vamos, Juan, serie que estrena en modo maratón el canal TNT el domingo 29 de marzo, es uno de los mejores productos de comedia de cuantos se han podido ver en los últimos años. Quede claro que es un género dificilísimo. Pero es que el tándem que forman Borja Cobeaga y Diego San José lleva trabajando más de veinte años, afinando sus instrumentos, conjuntando voces, y a la fuerza se tiene que notar la experiencia.

Es mucho mejor ver Vamos, Juan sabiendo lo menos posible de su trama. Aunque se haya visto su primera temporada, Vota Juan. Porque lo bueno es dejarse llevar por las sorpresas que depara cada línea de guion. Sus siete capítulos, de apenas media hora de duración, están protagonizados por Javier Cámara y María Pujalte, grandes como siempre. Pero atención a Esty Quesada, una robaescenas cada vez que aparece en pantalla, y a las apariciones de Jesús Vidal y José Manuel Cervino.

Podríamos emparentar Vamos, Juan con Vergüenza, de otro tándem, Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero. Es verdad que el protagonista de ambas series tiene mucho en común y produce vergüenza ajena. La primera temporada de la de Cavestany y la segunda de la de Cobeaga son cumbres de la ficción de comedia. Disfrutando de Vamos, Juan, recordé inmediatamente a Cámara y Pujalte en el Teatro María Guerrero de Madrid protagonizando Realidad de Tom Stoppard. Fue a principios de año de 2010, en un soberbio montaje dirigido por Gerardo Vera. Creo que no han vuelto a enfrentarse en escena desde entonces. También creo que tardaremos mucho en ver en los teatros públicos producciones de esta enjundia en la nueva etapa que nos aguarda. Como muy bien dice Alberto Conejero,