Algunos nombres de arquitectos históricos, como Kenzo Tange, Kisho Kurokawa, Arata Isozaki, o más contemporáneos, como Tadao Ando, Toyo Ito, SANAA (Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa), Shigeru Ban, Kengo Kuma y Sou Fujimoto, bastan para evocar el renombre internacional de los arquitectos japoneses en la actualidad.

Desde 1950, la escena arquitectónica japonesa se ha constituido a través de un diálogo entre la modernidad y la tradición, entre las referencias a Occidente y el buceo en la cultura japonesa autóctona. Con setenta años de propuestas a sus espaldas, asentadas en una tradición de incesante renovación de modelos estéticos y críticos, la arquitectura japonesa ha adquirido una notable singularidad y visibilidad en todo el mundo.

Sin embargo, aparte de movimientos que gozan de reconocimiento desde hace tiempo, como el Grupo Metabolista de los años sesenta, o de algunas investigaciones concretas en torno a la vivienda individual, las exposiciones en Europa consagradas a la evolución de la arquitectura japonesa después de la guerra se cuentan con los dedos de la mano. La presente exposición aspira a brindar una mejor comprensión de la heterogeneidad histórica y el dinamismo contemporáneo del universo arquitectónico nipón. Para ello, ofrece una visión amplia de los temas explorados por los arquitectos japoneses, a través del cuestionamiento incesante del modo en que la arquitectura se inscribe en la ciudad y cómo inscribe en ella al hombre.

El desarrollo de las ciudades japonesas siempre ha estado marcado por la experiencia de las sucesivas destrucciones debidas a terremotos y vicisitudes económicas de extremado alcance. Las incesantes oscilaciones entre destrucción y creación están en la base de una matriz en perpetua mutación, en la que arraigan las visiones de los arquitectos japoneses y su renovado afán de redefinición de la arquitectura japonesa. De este modo, el tejido urbano de Japón se ha constituido en un verdadero territorio para la experimentación, fragmentado en espacios plurales enriquecidos por rupturas y continuidades, que se erigen en elementos característicos de la cultura arquitectónica japonesa.

Con objeto de identificar los momentos decisivos en las transmutaciones de un lenguaje arquitectónico específicamente japonés, esta exposición ofrece un recorrido cronológico dividido en cinco secciones, desde la década de 1950 hasta la actualidad. Este marco acoge una muestra de proyectos de una treintena de arquitectos japoneses, con documentos originales, maquetas y dibujos, así como una selección de objetos de diseño de la colección del Centre Pompidou, acompañados de fotografías. Por primera vez en España, esta retrospectiva permite captar la riqueza y diversidad de la arquitectura, el diseño y el urbanismo japoneses.