Casandra se enfrenta al poder de Apolo que la maldice, cuando tras recibir el don de la adivinación decide no cumplir su parte del trato: entregarse al dios. Casandra ira viendo el destino de su familia, de su pueblo y de su propia vida a través de diferentes augurios provocados por Apolo. Las visiones la pondrán en una complicada situación al conocer lo terrible de la guerra que se avecina; obediencia y sumisión al poder o ser libre aceptando las consecuencias.