Proyecto de Ximena Carnevale CÍA, seleccionado en la II Convocatoria para proyectos escénicos de pequeño formato "Transformaciones".

Gualicho, (lengua mapuche) es el nombre que los indios tehuelches dan al espíritu del mal y a la práctica o encantamiento supersticioso que se realiza para causar daño a otra persona o atraer el amor de alguien.

Los tehuelches son un pueblo indígena de la Patagonia en América del Sur, cuyos exponentes actuales viven en Argentina y Chile. Su lengua mapuche los conecta con pueblos originarios amerindios más numerosos del Cono Sur, que habita en la zona centro y zona Sur de Chile y parte de Argentina. La palabra Mapuche está formada por MAPU (tierra, país) y CHE (persona, gente). Hasta el siglo XVIII, habría existido entre los integrantes de esta etnia la autodenominación che, 'gente', o reche, “gente verdadera”'. Históricamente ha sido un pueblo que resiste y lucha contra la injusticia de un “acuerdo” que les fue impuesto por la fuerza.

Esta pieza es un tratado del cuerpo sobre la descolonización y la Cultura Prehispánica Andina, una pieza fenomenológica que apunta a las experiencias, la memoria del territorio y la tradición. Está enmarcado en la teoría y el pensamiento que atiende a la descolonización de América Latina, desarrollado por filósofas, musicólogas y antropólogas como Isabel Aretz, Rita Segato, María Galindo y Gatón Soublette.

Partiendo de la cosmovisión mapuche, me gustaría crear un ritual cartográfico, simbólico, que alude a la conexión con la tierra y la naturaleza. La danza y la música se presentan aquí como un acto chamánico de curación, tal y como ellos entienden el arte y la vida.