“Siempre me ha intrigado la posibilidad de que alguien transforme una conferencia en una confesión. ¿Hasta dónde controlamos lo que decimos? Al modo de un actor, el conferenciante puede olvidar sus parlamentos o sucumbir a la tentación de revelar algo incómodo o devastador.”

“Un conferenciante entra en escena… y pierde los papeles. Vivencias, recuerdos y relaciones amorosas, se entremezclan o atragantan en su relato que transforma en confesión, con citas coleccionadas a lo largo de su vida, chubascos literarios de la alta fantasía. Los poetas utilizan la lluvia para liberarse del mundo. Quizá exorciza sus fantasmas. Le interesa la lluvia imaginada por los poetas, el triunfo de la mente sobre la imbecilidad de lo real. En un mundo donde las metáforas se abaratan, Dante, Goethe, Pessoa, Neruda, Cortázar, Diego, Vallejo, Mallarmé... tienen algo que contar. Algunos poetas han logrado desarreglar el cielo... De eso tratará mi conferencia, cuando finalmente pueda darla. El tema, ya lo sabes, la lluvia.”