La aparición de un tren en una de las primeras películas de los hermanos Lumière (1895) se inscribe en el contexto de las conquistas técnicas y geográficas iniciadas por la revolución industrial. El hombre desmantela fronteras, reduce distancias. La civilización en marcha aplasta todo lo que encuentra a su paso. En las historias de conquista de principios del siglo XX, la naturaleza es un ente hostil al que dominar. Hoy en día, el paradigma se ha invertido: los desafíos ambientales vertebran nuestra cultura y nos animan a proteger la naturaleza del hombre y de su codicia.

Las imágenes actuales recuerdan en cierta medida al tren de los hermanos Lumière: salen disparadas por todos los lados hacia los canales de la red, inundando las múltiples pantallas que nos rodean. Es el reino de la imagen instantánea, que invade nuestro espacio físico y mental. Asistimos a una especie de «biología de las imágenes»: continuamente intercambiadas, duplicadas, retocadas, desviadas… constituyen un flujo interminable. Estas imágenes que consumen energía contribuyen al calentamiento global.

En la actual situación de emergencia, ¿cómo podemos plantearnos una sobriedad digital? ¿Podemos imaginar gestos ecológicos frente a esta afluencia de imágenes?

A partir de estas cuestiones Hors Pistes invita a artistas de la escena francesa y española cuyas obras se exponen en los espacios intersticiales del Centre Pompidou Málaga.