Lara es una chica de 15 años, en el cuerpo de un niño, que hará todo lo posible e imaginable para realizar su sueño: convertirse en bailarina. Los esfuerzos y sacrificios que

tenga que realizar no son una barrera para ella. Lara, sabe que es una mujer y quiere que su cuerpo se adapte lo más rápidamente posible a su realidad.

Desde que el realizador belga Lukas Dhont (1991) leyó en un periódico el caso de la bailarina Nora Monsecour hasta que pudo hacer su propio largometraje sobre ella pasaron nueve

años. Fue un tiempo fértil y movedizo: salió de su propio closet para aceptar su homosexualidad, pasó del colegio a la escuela de cine y esculpió su talento en tres cortometrajes

que lo prepararon para su bautismo de fuego.

Aquel rito iniciático en términos profesionales y personales fue Girl (2018), filme dedicado a contar la historia de Nora,pero ahora bajo el nombre ficticio de Lara.La película se estrenó este año en la sección Un Certain

Regard del Festival de Cannes y fue un nocaut. Del desconocido y joven Dhont, entonces con 26 años, nadie sabía nada, pero Girl escaló rápidamente a los primeros lugares en las listas de preferencia del encuentro.

Al final del festival se fue con cuatro galardones: la Cámara de Oro a la Mejor ópera prima, el Premio de la Crítica, laQueer Palm a la Mejor cinta LGBT (Lesbianas, gays, bisexuales,transexuales) y el Premio al Mejor Actor en Una Cierta Mirada para el sorprendente Victor Polster, de 16 años.

En la película el actor interpreta a Lara, una muchacha transgénero de 15 años que trabaja duro para ser bailarina deballet. Al mismo tiempo está en un agresivo tratamiento hormonal antes de la operación que le significará cambiar de sexo masculino a femenino. Aparece en cada escena de la película y no pasará mucho tiempo antes que la cámara muestre un desnudo frontal. Tampoco antes de que le caiga encima el infalible bullying de sus compañeras.