Sin XXe Siècle, la historia del siglo XX no sería exactamente lo que es: una prodigiosa aventura colectiva, donde las ideas individuales más avanzadas, arriesgadas y utópicas, acaban por triunfar, unas tras otras, sobre los partidarios del orden y los valores establecidos.

Alain Jouffroy

Durante el siglo pasado, el arte adquirió una capacidad extraordinaria para difundir sus imágenes. Gracias a las posibilidades del grabado, la litografía y otras técnicas de impresión masiva, libros y revistas se llenaron de originales de los más destacados artistas de la vanguardia.

El escritor, crítico de arte y editor Gualtieri di San Lazzaro, instalado en París desde 1924, fue consciente de esa posibilidad de difusión y, a pesar de sus escasos medios económicos, la plasmó en su primera revista Les chroniques du jour (1925-1931), que incluía xilografías y reproducciones en pochoir (estarcido). En sus páginas se publicaron textos sobre literatura y artes de Max Jacob, Reverdy, Tzara, Marinetti y Loos, entre otros, ilustrados por Matisse, Modigliani, Léger, Charchoune o Gloutchenko.

La revista XXe Siècle, heredera de Les chroniques du jour en su vocación internacionalista y abierta a todas las tendencias, fue la mayor contribución del italiano. En su primera etapa (1938-1939), salieron al mercado cinco números, y otros 59 en la Nouvelle série (1951-1985), tras una pausa provocada por la Segunda Guerra Mundial. Con la intención de distinguirse de otras publicaciones y transmitir belleza y calidad, fue ilustrada con más de 150 litografías originales, grabados de interpretación, linóleos y pochoirs.

A través de las obras de tres grandes artistas, dos abstractos y uno figurativo, podemos conocer la evolución de XXe Siècle, una de las más longevas en la difusión del arte moderno.

Vasili Kandinsky (1866-1944), gran baluarte de la abstracción, que él definía como «arte concreto», fue el principal aliado de San Lazzaro. El italiano tuvo como motivación difundir la pintura del moscovita y siguió contando, tras la muerte de este último, con el apoyo de su viuda Nina para recuperar textos e ilustraciones a partir de las planchas originales.

Marc Chagall (1887-1985), autor de la gran pintura que decora el techo de la Ópera de París, es otro de los grandes protagonistas de XXe Siècle. Aporta frescura e imaginación a la modernidad pictórica con sus imágenes poéticas llenas de personajes humanos, animales e híbridos que flotan y se superponen, ajenos a las leyes de la gravedad.

Junto a ellos, Sonia y Robert Delaunay, Max Bill, Miró, Hartung, Moore, Zao Wou-Ki, Calder, Magritte, Picasso y otros completan la fabulosa nómina de artistas que colaboraron con sus originales en los múltiples números de XXe Siècle e hicieron de ella un referente único.

Serge Poliakoff (1900-1969) pertenece a la generación de pintores que protagonizaron un auge de la abstracción en los años cincuenta. Tras su primera individual en 1935, sus áreas asimétricas de colores expresivos le proporcionaron el Premio Kandinsky en 1947. Sin embargo, durante más de treinta años se ganó la vida tocando la guitarra en cabarets. Y no fue hasta 1951 cuando pudo permitirse vivir exclusivamente de sus «poemas plásticos».