Los piojos asolan un colegio concertado, uno de esos centros que se ven al pasar desde cualquier autovía de circunvalación. Una plaga bíblica que hace que el profesorado entre en pánico, que las madres discutan nimiedades como si en ello se les fuera la vida y que, el caos invada un colegio mientras que los niños despiertan del letargo y deciden alzar la voz en busca de su libertad.