«¿En qué consiste mi trabajo? Estudié pintura, escultura, fotografía y dibujo, pero me sentí atraída sobre todo por los tejidos. Practico una especie de arte textil. Desarrollo ambientes, fabrico objetos con hilos, tejo telas, hago esculturas blandas y bajorrelieves. También diseño y produzco objetos utilitarios a base de hilos.» Así resumía su obra Sheila Hicks (nacida en 1934 en Nebraska y residente en París desde 1964) con una mirada retrospectiva.

Más allá de la superación del modelo histórico del tapiz, Sheila Hicks, gran admiradora de los tejidos precolombinos -realizó un viaje determinante a Sudamérica a finales de los años cincuenta- ha producido una obra inclasificable pero ineludible. Es una obra que se mueve con soltura entre el arte, el diseño y la decoración, entre el legado modernista (estudió con Josef Albers en Yale) y las tradiciones no occidentales, entre obras de dimensiones arquitectónicas y pequeños tejidos, los Minimes, realizados, a partir de 1956, con gestos que mezclan experimentación y ensoñación.

Esta exposición monográfica, la primera consagrada a Sheila Hicks en España, no sigue un recorrido cronológico. En cambio, busca favorecer una experiencia sensible de la obra y una inmersión más directa en el universo formal, matérico y cromático de esta artista. El textil es el material con el que más en contacto vivimos; la ropa de algodón, seda, lino o lana envuelve nuestro cuerpo a diario. Es el mismo material con el que Sheila Hicks esculpe, pinta y colorea el espacio.