Una perspectiva transversal a través de la Colección Ralli Esta muestra parte de la idea de que no existe un solo surrealismo ni una sola manera de entenderlo. Artistas como Arcimboldo, El Bosco, De Chirico o Chagall lo fueron antes de que tan siquiera existiese ese nombre. Por otro lado, encontramos el surrealismo de André Bretón, el de los que fueron expulsados del movimiento o lo cuestionaron, el surrealismo tras su caída definitiva, el surrealismo abstracto, figurativo o el pop. Tal vez, en lugar de hablar de Surrealismo con mayúsculas, cabría hablar de surrealismos.

La exposición Surrealismos. De Giorgio de Chirico a Francis Bacon explora los diferentes lenguajes y trayectorias de algunos de los artistas surrealistas más destacados de la historia, como André Masson, Salvador Dalí, Man Ray o Joan Miró. Cuenta también con la presencia de otros jóvenes autores que se sumaron al movimiento en su última etapa y que, como los anteriores, continúan realizado arte surrealista más allá de él. La muestra también reflexiona sobre cómo el surrealismo forma parte de la obra de algunos artistas sin necesidad de adscribirse a esta corriente o a un solo estilo. Esto lo vemos claramente en figuras como Giorgio de Chirico, Marc Chagall o Francis Bacon. Algunos de estos casos tienen una relación más evidente y asimilada con el surrealismo, otros pueden parecer ajenos a este estilo, aunque como veremos en esta exposición su vinculación es notable.

El movimiento surrealista surge dentro de las vanguardias históricas en Francia como sinónimo de libertad. Sin embargo, llama la atención que se publicase un manifiesto tras otro, hasta un total de tres, para tratar de definir y estipular qué es ser surrealista y qué no. Si de libertad estamos hablando, la conclusión más razonable sería que se trata de un estilo atemporal, que traspasa los postulados teóricos y que no tiene límites ni fin. El surrealismo siempre ha tratado temas tabúes para la sociedad, a través de la representación de una realidad que puede ser imaginaria, simbólica o ilusoria, sin que por ello sea menos cierta. Los artistas del movimiento surrealista reflejaban esta visión del mundo a través de la exploración del subconsciente y de lo onírico. Hoy vemos cómo la introspección personal y el lenguaje simbólico continuaron siendo recursos patentes en el imaginario surrealista.

Esta exposición colectiva se acerca al surrealismo en la historia del arte contemporáneo europeo desde un enfoque diferente al tradicional y de manera transversal, a partir de obras pertenecientes a la Colección Ralli. En ella vemos una nueva forma de abordar la vasta producción del arte surrealista y sus diferentes interpretaciones.