El buen burgués Orgón ha caído bajo la influencia de Tartufo, un falso devoto, que busca quedarse con todos sus bienes. El impostor llega a convertirse en su director espiritual, pretende casarse con su hija y, además, seducir a su segunda esposa, Elmira, mucho más joven que su marido. Desenmascarado, aprovechará unas donaciones firmadas por Orgón para intentar echarlo de su propia casa. En pos de su objetivo acudirá ante el rey, que será quien lo descubra como reconocido estafador y que sea detenido.

“Tartufo es todo impostura: una gran mentira. La fascinación que ejerce un personaje carente de escrúpulos es la misma que hoy nos procuran tantos expertos estrategas, comunicadores y publicistas de toda índole que invaden nuestra privacidad recurriendo sistemáticamente al engaño y a la adulación con nuestra perezosa aquiescencia. (…) Nuestro Tartufo se presenta ante ustedes como un radical y festivo juego teatral sin trampas ni cartón porque, paradójicamente, en el teatro todo es trampa y cartón. Y esa es su grandeza. Y esa es su verdad. El genuino teatro que, como en los tiempos de Molière, planta cara al sinuoso impostor que se infiltra seductoramente en nuestros hogares.” Ernesto Caballero