Estrenos de cine

Crítica de 'Cuando cae el otoño': la amabilidad siniestra

François Ozon mezcla comedia esquinada y misterio para explorar qué se puede esconder detrás de una apariencia de amabilidad

Una imagen de 'Cuando cae el otoño'

Una imagen de 'Cuando cae el otoño' / La Zona

Desirée de Fez

'Cuando cae el otoño'

Dirección: François Ozon

Intérpretes: Hélène Vincent, Josiane Balasko, Pierre Lottin, Ludivine Sagnier, Garlan Erlos

Año: 2024:

Estreno: 13 de diciembre de 2024

★★★★

Hay un tema que cruza la extensa, variada y no por ello poco personal filmografía del cineasta francés François Ozon: las apariencias, la misteriosa distancia entre lo que parece y lo que es. A ese tema se ha acercado desde distintos ángulos, desde el juego verbal ('En la casa'), desde el fantástico ('Swimming Pool', 'El amante doble') o desde las decisiones inesperadas de los personajes ('Joven y bonita', 'Una nueva amiga'). Suele hacerlo de una forma tan atípica e imprevisible que puede generar tanta fascinación como rechazo.

En 'Cuando cae el otoño' reincide en esa idea, en ese juego entre lo que vemos y lo que realmente sabemos. Por la caligrafía de sus primeros minutos, parece una película costumbrista, amable, sobre Michelle (Hélène Vincent) y Marie-Claude (Josiane Balasko), dos amigas septuagenarias que viven en un idílico pueblecito de la Borgoña francesa y se dedican a coger setas en los ratos libres. La aparición de sus respectivos hijos empieza a poner en duda esa realidad en apariencia idílica.

Como también ha hecho reiteradamente a lo largo de su filmografía, el director de '8 mujeres' (2002) cruza los géneros de una forma muy extraña, escurridiza y algo esquinada. Con el mérito de no recurrir a un humor negro evidente, mezcla comedia y misterio para mostrar (o dar a entender con muy mala baba) los deslizamientos siniestros de los personajes. Para explorar los traumas y, sobre todo, los secretos que sostienen su normativa realidad, también insinúa y dosifica la información de una forma deliciosamente perversa. El resultado es una película mucho más insólita, más rara, de lo que parece sobre el error de dejarse engañar por las formas, los gestos y los rostros de la amabilidad.

Tracking Pixel Contents