Poner una cacerola con agua a hervir, e introducir un tomate entero, que esté maduro, dejarlo cocer unos minutos, sacar el tomate, pelarlo y reservarlo.Apartar la cacerola del fuego.

En una sartén con un buen chorreón de aceite de oliva virgen (he usado de Periana, malagueño) freir un buen puñado de almendras sin pelar (unas veinte), y dos o tres dientes de ajos pelados, con sumo cuidado de que no se quemen, solo que se doren. Reservar.

En el mismo aceite freir una rebanada de pan cateto o de pueblo (en su defecto pan normal y corriente), igualmente que no se queme, recuerden solo doradito.

En el vaso de la minipimer poner las almendras, los ajos, el pan, el tomate pelado, el aceite, un vaso de vino blanco y pasar bien; que quede la salsa lo más fina posible.

Poner nuevamente la cacerola a hervir y echar la salsa, azafrán (o en su defecto colorante alimentario) pasado unos diez minutos agregar patatas cortadas a cascos, salar al gusto.

Una vez que estén las patatas casi listas (para ello pinchar con un tenedor), añadir la pintarroja cortada en trozos, dos o tres granos de pimienta negra y dos hojas de laurel.

Cocer unos minutos y retirar del fuego, en ése momento agregar las cigalitas.( dos o tres enteras por comensal, el resto peladas, solo el cuerpo).

Dejar reposar y posteriormente disfrutar