En un recipiente amplio se baten los huevos y el azúcar hasta que blanqueen. En este punto, se añade la harina, una cucharada de levadura en polvo y el azúcar vainillado, y se mezcla hasta obtener una pasta uniforme que se vierte sobre un molde redondo —apto para horno microondas y previamente untado con mantequilla.
El molde se introduce en el microondas —al 75% de potencia— sobre un plato boca abajo, y se cocina durante 10 minutos. Transcurrido este tiempo, se retira la tarta del horno, se desmolda y se coloca sobre una rejilla para que enfríe.
Ya fría, se pasa a una fuente o a un plato grande, se cubre con las fresas o fresones y se baña con el almíbar. Por último, se adornan los laterales de la tarta con nata montada y se sirve.