Supongo que nadie se creería realmente que 'Malaka' iba a ser una especie de 'True Detective' hecho entre nosotros, como sugerían las primeras críticas de la serie ideada por Daniel Corpas Hansen. Hace tiempo que, como suele ocurrir en medios históricamente menospreciados por las 'intelligentsias' culturales pero que están gozando ahora del favor de los gatekeepers de lo moderno, en las crónicas sobre series de televisión se ha instalado un espíritu de exageración, un todo el mundo es bueno a poco que ofrezcas intenciones y ganas. No, 'Malaka' no es ni de lejos algo que podría escribir Nic Pizzolatto ni dirigir Cory Fukunaga (y eso que no soy precisamente fan de 'True Detective'), pero se beneficiará del salvoconducto que fácilmente se le otorga a los productos catódicos con cierta ambición de diferencia.

Los dos episodios emitidos anoche por TVE (¿quieres verlo?, pincha aquí) marcaron territorio con su comienzo despacioso, una realización de ciertas aspiraciones (para estos lares) y unas interpretaciones ajustadas (que aquí ya sabemos que el teatrerismo a veces nos puede) de unos personajes más que reconocibles en el cine y la televisión (la policía atormentada y lacónica, el detective empastillado y alcoholizado, el 'tenientecorrupto' siempre en el filo)... La cosa da el pego durante el primer capítulo, que atrae e interesa aunque resulte premioso en los primeros desmadejes de la trama, de una circunspección algo forzada y cierto airecillo de importancia (que el episodio se abriera y se cerrara con la misma escena resulta algo caprichoso, petulante). Pero la segunda entrega se despeña por territorios mucho más convencionales, de esa televisión que era sinónimo de realización adocenada, de escasa mordiente y diálogos algo acartonados. Así que las virtudes del comienzo se convierten en espejismos y las intenciones en decepciones.

Y es una lástima porque se nota que 'Malaka' ha sido preparada con cuidado y atención, con los referentes adecuados, un reparto de indudable altura y las concesiones justas al prime time de nuestra cadena pública. Ha gustado y, quizás, seguirá gustando a los que busquen ficciones nacionales de leve espíritu alternativo (queda muy lejos lo de 'televisión de prestigio' de los yanquis, por mucho que aquí también haya desnudos integrales... femeninos, eso sí), pero los adjetivos positívisimos que se le endosarán serán más desiderátums que otra cosa. Porque es otra serie española lastrada por la falta de tensión narrativa y de poder en sus imágenes (la escena del jabalí y la del sueño, bastante pedestres, del primer episodio lo evidencian, marcan la distancia exacta entre 'Malaka' y 'True Detective'); al menos, eso sí, la intriga engancha de momento. Que no es poco: ¿se acuerdan de 'Brigada Costa del Sol'?

El trailer de Malaka