Desde que debutara en la pequeña pantalla en 1984 con uno de los programas más emblemáticos de TVE-1, 'La bola de cristal', Alaska (Olvido Gara, según consta en su partida de nacimiento) nunca ha dejado aparcadas sus colaboraciones televisivas, que se han ido intensificando desde que, en el 2011, dejara entrar las cámaras en su propia casa para protagonizar junto a su marido, el locuaz Mario Vaquerizo, el divertido 'reality' de MTV 'Alaska y Mario'. Pero para alguien que confiesa que ha estado enganchada a todas las ediciones de 'Cine de barrio', ponerse este sábado 26 de septiembre (19.00 horas) al frente del veterano espacio de TVE-1 no será simplemente otro título en su currículum.

"Es como si un fan conociera a su ídolo. Era una seguidora del programa en todas sus distintas etapas y formatos", explica a El Periódico sobre uno de los espacios con más solera de la cadena pública, que está a punto de cumplir 25 años en antena. "Desde que estaba con los Pegamoides, siempre he dicho que el cine español de los años 50, 60 y 70 era gran parte de la base de la cultura emocional que tenemos y que compartimos. Es un tema que me gusta, que conozco y que disfruto", recalca la artista que fue el paradigma de la modernidad durante la movida madrileña con su atrevida estética punk. Por eso dice: "Quien diga que no me pega 'Cine de barrio' es que no me conoce. Incluso uno de los discos de 'Fangoria' se llama 'El extraño viaje', en homenaje a Fernando Fernán Gómez".

"Muy querida y diferente"

Concha Velasco, al frente de 'Cine de barrio' durante la última década y que le dará el testigo este sábado, lo tiene claro: "Que Alaska me sustituya es un acierto de TVE, porque es una persona muy querida y muy diferente", ha asegurado la actriz y 'exchica yeyé'. Experiencia presentando no le falta a la intérprete de 'Bailando', a la que TVE ya fichó para 'Alaska y Coronas' y 'Alaska y Segura'.

Precisamente, ese calificativo de "diferente" al que aludía Velasco ha acompañado a la vocalista de Fangoria durante toda su trayectoria. La que fuera 'chica Almodóvar' en una de las primeras películas del manchego, 'Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón', se ha hartado de cantar himnos revivindicando que hay que ser uno mismo pese a quien le pese como 'A quién le importa', uno de sus títulos más famosos, que interpretaba en los años 80 con sus uñas afiladas, el rostro cargado de maquillaje y el pelo de colores.

Era su época con Dinarama, después de Kaka de Luxe y Los Pegamoides, y mucho antes del actual Fangoria, donde sigue con su amigo de la infancia Nacho Canut, que siempre le ha acompañado en sus aventuras musicales y que, cómo no, era uno de los personajes fijos en Alaska y Mario. El 'reality', que permitió al público descubrir la vida cotidiana de la pareja, sirvió también para que la cantante y el líder de las Nancys Rubias volvieran a pasar por el altar en Madrid después de su primera boda, 20 años atrás, en Las Vegas, en la que él iba de Elvis Presley él y ella, de Dolly Parton. Y eso que Alaska asegura que es "seria, muy obediente y nada rebelde". "Uno de mis amigos me dice que soy un soldado que necesita creer a su general. Necesito creer en lo que me propones para hacerlo. Pero no creo que eso sea rebeldía, sino solo que tengo sentido común", recalca.

Películas de los años 80 y los 90

Su llegada a 'Cine de barrio' coincidirá con una temporada en la que el programa emitirá películas españolas de los años 80 y 90. "No he sido yo, es algo que ya estaba previsto", afirma. De hecho, asegura que no quiere "trastocar el formato", y alaba el trabajo que hicieron antes sus predecesores: José Manuel Parada, "que fue el creador y cuya etapa con sus meriendas con todos los invitados eran gloria bendita"; Carmen Sevilla, "con sus genialidades y sus anécdotas"; Inés Ballester, y Elena S. Sánchez, "que es el rostro de la casa para el cine".

Y reivindica que el programa está abierto a todo tipo de espectadores. "Hay un sentimiento equivocado de que 'Cine de barrio' solo lo ve el público que, por edad, podía haber ido al estreno de esas películas. Y eso no es verdad. A la gente joven que yo conozco le gustan esos filmes", recalca, puntualizando a la vez: "Obviamente, no son el prototipo de juventud ni de maduros porque yo, como muestreo, soy un desastre. Nunca podrás hacer una estadística basándote en mi mundo, porque te dará error".