El décimo 'Conexión Honduras' de 'Supervivientes' estuvo cargado de encuentros que no fueron del agrado de todo el mundo y de una expulsión carente de sorpresas. Marta Peñate y Mariana Rodríguez se jugaban la expulsión definitiva de Playa Parásito, y como viene siendo habitual, la audiencia decidió que Marta continuase su aventura en Cayos Cochinos, expulsando a Mariana.

Pero el plato fuerte de la noche vino cuando Anabel Pantoja tuvo que encontrarse con la madre de Yulen. Para ello, el programa la puso ante tres puertas que reflejaban su pasado, presente y futuro. La primera que abrió fue la del pasado, donde encontró un cartón de Omar El Negro, su ex pareja. Esto no gustó nada a la sobrina de Isabel Pantoja, que rompió a llorar al remover todos los sentimientos que tenía.

La siguiente puerta que abrió fue la del futuro, donde encontró una silla con una manta, ocasión que aprovechó para reconocer que le daba miedo acabar sola. Finalmente, el programa le permitió abrir la puerta del presente, donde se ocultaba la madre de Yulen: "¡Qué subidón, qué guapa! Lo sé todo de ti. Tienes un hijo que vale millones, tenga o no tenga algo, lo quiero conmigo siempre", le dijo con una gran sonrisa.

Por su parte, su nueva suegra, aseguró que "tenía claro que te iba a ver en mi casa. La he visto súper delgada, me parece una buena chica y espero seguir conociéndola, tienes las puertas de casa abierta y le doy las gracias por ayudar a mi hijo en esta aventura". Ambas parecían estar en una nube muy felices, pero hubo alguien que no tuvo ese sentimiento, la madre de Anab

En su perfil de Instagram, colgó una serie de historias con unas sencillas pero esclarecedoras palabras: "Qué falsedad, madre mía, qué ingenua mi hija". Con esta escueta declaración, la madre de Anabel lanzó un dardo a Arelys, madre de Yulen, porque esta aseguró en un polígrafo del 'Deluxe' que la familia Pantoja no le hacía ninguna gracia.