En la Plaza de los Frutos los hierbajos sobresalen de los adoquines de la calle y los setos ya alcanzan más de metro y medio. Frente al bar El Asturiano, un quiosco lleno de prensa y una cabina telefónica negra hacen las veces de máquina del tiempo.

En las revistas del corazón que se venden en esta mítica ubicación se pueden ver fotos del romance entre Isabel Pantoja y Paquirri o las mejores imágenes de la boda del príncipe Carlos de Inglaterra y Diana de Gales, mientras el teléfono público permanece impasible en la calle que lleva hasta el ‘King’s’.

LOS DATOS

  • 'Amar en tiempos revueltos' y 'Amar es para siempre' suman más de 4.000 capítulos
  • Más de 2.000 actores han participado en la ficción española
  • Hay dos platós que trabajan en paralelo con diez sets de rodaje
  • Cada día trabajan 110 personas como empleados directos
  • Por la producción han pasado hasta 27.700 figurantes
  • Se han utilizado más de 6.200 vestuarios distintos

Impasible durante esta temporada, la número 11, porque en 2005, cuando nació 'Amar es para siempre' – entonces 'Amar en tiempos revueltos'-, nada en este lugar era igual. Solo una cosa: la familia de los asturianos.

La mítica ficción producida por Diagonal (Banijay Iberia) para Atresmedia que nació en TVE va camino de superar los 2.600 capítulos y es la serie más longeva de la historia de España. La misma historia que ha llevado a la producción a convertirse en el postre perfecto de miles de españoles.

Casi veinte años en los que los personajes se han convertido en familia de los telespectadores, en mitos, en gente conocida y casi dos décadas en las que cientos de actores han pasado por unos sets que se renuevan cada año, en función de la época que toca contar. En esta temporada: 1981.

Rodaje en el 'King's'. Miriam Cos

"Que esta serie se convirtiera en lo que hoy es nunca te lo esperas. Todo esto es magia", señala José Antonio Sayagués, el ya abuelo Pelayo, uno de los personajes más entrañables. A sus 70 años, para él, su trabajo en ‘Amar es para siempre’ es "cada día como el primero". Consciente de haberse convertido en un icono, se le ve feliz y no duda en reconocer que este trabajo "me ha cambiado la vida".

Y no es para menos. Este abuelo triunfa entre pequeños y mayores. Es el abuelo de España. "En la calle soy un imán de señoras y niños. Los pequeñitos te dicen: ‘¡Mira, ahí va el abuelo Pelayo!’. Es algo muy entrañable a todos los niveles, la serie se ha pegado mucho a la gente de todo tipo de edades y condiciones", dice.

José Antonio Sayagués es Pelayo. Miriam Cos

Sentado en maquillaje, rodeado de focos y potingues variados, y ataviado con su mandil de camarero, parece que Sayagués se haya quedado parado en el tiempo desde que comenzó su andadura en 2005 con la producción, pero nada más lejos de la realidad. Sabe que ha llegado un punto en el que el personaje y la persona se han convertido en lo mismo. "Muchas veces llamo a mi hijo Marcelino y me dice que tenga cuidado, que es mi hijo natural y el otro es el de la ficción", comenta jocoso.

No es el único actor de esta serie al que le ha fagotizado el personaje. Junto a él,  Manuel Baqueiro (su hijo Marcelino) e Itziar Miranda (su nuera Manolita) conforman el triunvirato que ha dado vida a años y años de historias. Entre ellas, la ampliación de tan entrañable familia.

"Trabajar aquí y ser el hijo de los asturianos es un privilegio enorme y también una gran responsabilidad", señala el actor Daniel Cabrera, que da vida a Ciriaco. El joven de 25 años ha recalado en la televisión por primera vez a través de la serie, ya casi dos temporadas en las que gracias a la ficticia familia ya es conocido por todos. "Al ser de los asturianos tienes todos esos honores pero también tienes que demostrar que estás a la altura", comenta.

Daniel Cabrera es Ciriaco. Miriam Cos

Con camisa de cuadros y Pepe Jeans de los 80, sus ojos claros tienen la chispa del que ha ido a parar a un sitio que nunca habría imaginado. Y lo reconoce. "Antes de llegar aquí admiraba a muchos de los actores. De repente me ha tocado trabajar con Pepa Rus, la famosa Macu, Melani Olivares... que haga de mi tía es una locura, es una currante. Dani Muriel, Anabel Alonso… no lo proceso y tiro para adelante, pero si lo pienso me parece inverosímil. Estar codo a codo con ellos en mi primer trabajo como protagonista es una maravilla". 

El secreto, en las sinergias

Así que sí, de momento, amar sí es para siempre, algo que tampoco habría creído jamás el propio director, Eduardo Casanova. "No me imaginaba nada de lo que ha pasado ni de broma. Los proyectos en televisión no suelen pasar de los dos años o tres en una serie de ficción, esto era impensable", dice.

Junto a él, otros cinco directores se encargan de grabar cada día bajo un horario militar que lleva a los actores a empezar a dar vida a sus personajes a las ocho de la mañana. El ritmo es frenético, todos lo reconocen, mientras los dos platós, con diez sets de rodaje, trabajan en paralelo para llevar la historia de España hasta las casas de los espectadores de una forma afable.

Eduardo Casanova a las puertas del 'King's'. Miriam Cos

Será este el secreto de 'Amar es para siempre', o no. Ni siquiera Casanova puede dar luz a semejante misterio. "Si supiera cuál es el secreto para que llevemos casi 20 años siempre haría series de éxito", dice en broma. "Analizando las cosas que pueden haber ayudado, creo que puede ser la forma en la que contamos las historias. En este caso, la historia de nuestro país a través de los años. Cómo la contamos, con el mayor respeto, rigor e intentando ser imparciales...", desgrana para añadir que "seguramente también tienen que ver los elencos que hemos tenido, siempre actores y actrices con calidad interpretativa muy alta. Si tienes una buena historia y unos buenos actores, además del equipazo que hay, tienes las papeletas para que la serie vaya bien, pero otras lo tienen y no cuajan. Quizá contar la historia de España y que la gente mayor la recuerde, los de edad intermedia puedan compartir estas vivencias con ellos y los nietos que no lo han conocido… se generan sinergias", remata.  

Detalle de una de las calles. Miriam Cos

Escuela y puente

Así pues, Casanova reconoce que cuando nació 'Amar en tiempos revueltos' en 2005 costaba que participaran actores conocidos, pero ahora son ellos mismos los que piden ir. La teoría se confirma: Manolo Caro aparece por los pasillos para hacer un cameo en la producción. "Para nosotros ser cantera de jóvenes y algo estable para los actores con más experiencia es una maravilla", reconoce Casanova. 

Porque de 'Amar es para siempre' también han salido caras desconocidas para convertirse en icono y referencia, como es el caso de #Luimelia, el fenómeno LGBTIQ+ nacido de la historia de amor de Luisita y Amelia, interpretadas por Paula Usero y Carol Rovira. Por los platós también han pasado rostros como el de Silvia Alonso, Ana Milán, Bárbara Goenaga, Nadia de Santiago, Marc Clotet, Antonio Molero, Javier Calvo o Anna Castillo.

Iñaki Miramón, que interpreta a Justo Quintero y Luz Valdenebro, que interpreta a Cristina, rodando una escena. Miriam Cos

En este sentido, Luz Valdenebro, que interpreta a la a abogada Cristina, tiene claro que en esta serie se aprende, se crea rutina y se forma parte de algo muy importante. "Voy aprendiendo cosas. Digo en broma que cualquier día puedo ir a unas oposiciones... aprendes terminología, quieres que no se note que no sabes de lo que estás hablando, saber qué estás haciendo…", comenta sobre su papel a la vez que confirma que hay que estudiar muchísimo cada día para las interpretaciones.

Valdenebro es una de esas actrices consolidadas (fue Bárbara en 'Hispania, la leyenda', Aurora en 'Seis Hermanas' y Sofía Alarcón en la serie 'Gran Hotel') que ha ido a recalar a la ficción y que comparte plano cada día con otro grande de la interpretación española, Iñaki Miramón. "El personal que trabaja aquí es lo más importante de esta serie", dice sin dudas.

Momento del rodaje. Miriam Cos

Un figurante como protagonista

Cientos de objetos de atrezo de cada época de la historia, miles de prendas de ropa, zapatos, bolsos... un equipo completo de moda, peluquería, maquillaje, arte... el mecanismo de 'Amar es para siempre' funciona también gracias a las manos que no se ven, incluso, a veces, un figurante puede llegar a convertirse en uno de los personajes más aclamados y divertidos.

Sebas Fernández da vida al personaje del mismo nombre, pero empezó desde atrás. Era figurante, y sus simpáticas intervenciones le convirtieron en un habitual y diario que ya es parte del elenco principal. "Empecé de figurante en las primeras secuencias y poco a poco fui cogiendo protagonismo. Me inventé que el personaje fuera caradura, estaba en el bar y cogía la frasca de vino y me echaba, o un torrezno por detrás de la barra... soy de un barrio de Getafe donde hay muchos bares y hay mucha fauna y fui añadiendo eso a mi personaje", señala.

Fernández siempre pensó que la serie iba a durar muchos años y no se equivocaba, aunque nunca creyó que casi dos décadas. "Veía que la gente era fiel. Conozco gente que lo ve desde el primer capítulo, me dicen que soy como de la familia", cuenta.

Sebas Fernández, José Antonio Sayagués, Manuel Baquerio y Jorge Bosch, durante el rodaje de una secuencia. Miriam Cos

Junto a él, personajes como el de Anabel Alonso, por ejemplo, son los que llevan el peso de la historia, pero luego van apareciendo nuevas caras sin cesar. "Mi vecina me dice todos los años que le gustaba más la temporada anterior, pero no deja de verlo", dice entre risas. "La gente ve que vamos renovando historias y no se hace largo, así que así podemos seguir muchísimos años, eso espero".

Según el actor madrileño, "no me deja de sorprender que cada año meten un montón de ideas, siguen teniendo la imaginación de que haya tantas historias distintas y me parece increíble. Así podemos seguir y viendo a la gente que sigue viéndonos...", señala feliz.

Feliz, seguramente, porque Sebas come y bebe sin parar en cada secuencia que graba. "Estoy encantado de la vida, es como estar todo el día en el bar pero cobrando. Estoy feliz de que cada año, aparte de seguir con los compañeros de siempre, tengo la suerte de trabajar con un montón de gente que he admirado toda la vida y comparto secuencias con ellos. Como no me maten de un atracón de croquetas o torreznos mi personaje sigue", apunta jocoso.

Así, Fernández lo tiene claro, solo hay una palabra que defina 'Amar es para siempre': felicidad.