El argentino Juan Diego Botto (Buenos Aires, 1975) podría haberse quedado en dar vida al guapo de la película, pero su talento y su gran compromiso –que heredó de su padre, desaparecido durante la dictadura argentina–, le han hecho desarrollar una carrera muy interesante. Es autor teatral (ganó un Max al Autor Revelación en 2015) y, además de premiado actor de teatro, ha logrado en el cine seis nominaciones al Goya como actor, a las que se unen este año otra como Mejor Dirección Novel, por 'En los márgenes'. En la tele ha intervenido en un montón de series. La última, esa delicia que es 'No me gusta conducir' (TNT).

Parece increíble que no hubiera una serie sobre este tema tan común.

Sí, es curioso que la gran cantidad de gente que conduce y que ha tenido que pasar por ese proceso en una autoescuela, nadie se haya detenido a hacer una serie o película sobre ello. Y cuando se hace con la mirada y el cariño con el que lo hace Borja (Cobeaga) salen cosas así. Yo creo que es una serie francamente divertida, muy tierna y que da gusto ver.

¿Cómo reaccionó cuando se la propuso? Porque, así de pronto, puede parecer un tema menor.

Borja me llamó y me dijo: "Tengo una cosa que proponerte". Quedamos para ir a tomar un café y yo Iba muy ilusionado, porque a mí Cobeaga me parece uno de los tipos que mejor hace comedia en este país. Cuando me dijo: "Es una serie que va sobre un hombre que se quiere sacar el carnet de conducir", y lo dejó ahí, con puntos suspensivos, yo pensé: "¡Pues vaya chorrada!". Me pareció poca cosa. Y no me contó más. Pero luego me envió el guion y me pareció estupenda. Está llena de esas miles de anécdotas que todos hemos vivido en el proceso de sacarse un carnet de conducir, pero, además, tiene esa reflexión sobre cuando vamos llegando a ciertas edades, nos vamos convirtiendo en las personas que somos y la posibilidad de tener una segunda oportunidad. 

Su personaje la tiene.

Lopetegui es un tipo que se acaba de divorciar, su padre ha muerto recientemente, se está convirtiendo en un cascarrabias insoportable y tiene posibilidad de cambiar. Me parece muy bonito eso de que con 45 años uno pueda afrontar cosas nuevas y empezar a ser distinto.  

Cuando hay una persona inteligente detrás como Cobeaga, y las tramas y los diálogos destilan inteligencia, no hay tema menor. 

Sí, la serie está muy bien escrita. Borja y su equipo de guionistas han hecho un gran trabajo. Además, tiene un sentido del humor con el que yo conecto muy bien, Bueno, todos. Porque no es una serie que busca la carcajada, sino que el sentido del humor se va desprendiendo de las situaciones, de los personajes y es muy fluido. Te ríes en varios momentos, pero es de esas series que ves todo el rato con una sonrisa en la cara. Y tiene una descarga de ternura muy bonita. Es cortita, pero va hacia arriba. Me gustan mucho los capítulos quinto y sexto. Va ganando y ganando.

¿Sabe por qué pensó en usted para el papel?

Borja es muy fan de dos películas que hice con Víctor García León: Vete de mí y Los europeos. Le gustaron mis personajes. Las comedias de García León son negras, de un humor muy amargo. Y creo que eso es lo que le gustaba. Este personaje es un cascarrabias al que todo el mundo le sobra. La única relación que tiene amable es con su ex. Quizá eso fue lo que le inclinó hacia mí.

Usted también aprendió a conducir ya mayorcito. ¿Se identificaba con Lopetegui en ese aspecto?

Sí. Lleyendo el guion me di cuenta de que había muchas cosas similares a mi propia experiencia. Yo mismo empecé y terminé en Cuenca. 

¡Funcionan esos cursos exprés?

Sí, sí. Tengo decenas de amigos que se lo han sacado allí. Tengo 47 años y me lo saqué con 41. Fue porque es un intensivo y en dos semanas lo tienes. No me apetecía estar estudiando durante seis meses. 

Vamos, que es más que evidente que era el actor ideal para el papel.

Aparte está lo que cuenta la serie: esta cosa de estar rodeado de gente más joven yo ya la viví. Esa sensación de qué estoy haciendo yo aquí con toda esta chavalada: no entiendo sus códigos, me ven como un anciano, todo el mundo te llama señor, te confunden con un profesor… 

¿Llegó a ver el programa de TVE 'La segunda oportunidad', del que aparecen imágenes en la serie?

Lo recuerdo vagamente. Sobre todo la cabecera... Ese coche que se estrellaba contra la piedra... Sí, sí.

Lopetegui es de esos profes frustrados que vomitan su temario y ni le preocupan sus alumnos.

Siente que está por encima de todos. Creía estar destinado a algo más grande, pero la vida no le regaló esa grandeza. Es un escritor frustado. No está en el lugar que cree que el mundo le debe. Y se dará cuenta de que igual no se lo debe. 

Los personajes secundarios son magníficos. Y los actores, ideales.

Es un gran acierto el reparto. Lorenzo, el profesor de autoescuela, en el papel ya era muy divertido. Pero cuando vimos a David Llorente encarnándolo. Parecía escrito para él.  Nos reíamos muchísimo. Y lo mismo con Lucía (Caraballo), que me daba la sensación de que era el personaje: simpática, paciente, encantadora, siempre sonriente... Y con Leonor Watling, que nos conocemos desde hace muchos años pero nunca habíamos trabajado juntos, fue un placer. Me parecía muy bonita esa historia de una pareja que están separados y se quieren un montón.

Tras dirigir la película 'En los márgenes', dice que esta serie fue un respiro...

A ver, dirigir es un proceso muy largo, más cuando has escrito el guion, y para sacar algo adelante debes ser muy obsesivo. Cuando llegué a la serie aún no había acabado de mezclar la película y repasaba en el camerino. Además, venía de un drama muy drama: los desahucios. Y estaba con la obra Una noche sin luna, que es otro drama. Con lo que esta comedia fue un bálsamo para mí.

¿Ilusionado con su nominación a un Goya como director novel?

Sí, pero lo que más ilusión me hace es que esta obra que parte de mí y de Olga Rodríguez consiga que Luis Tosar, Penélope Cruz, Rozalén y Christian Checa estén nominados. Indudablemente te hace ilusión, pero que compañeros que han apostado por tu película, que al fin y al cabo no deja de ser la de un director novel, y han entrado a ella con un enorme compromiso, reciban ese reconocimiento aún te hace más.