Una pelea en la grada de la pista central del Centro Olímpico de Tenis entre un aficionado brasileño y otro argentino detuvo por unos minutos el encuentro entre el argentino Juan Martín del Potro y el portugués Joao Sousa.

La discusión entre los seguidores fue percibida por los jugadores y el juez y el resto de asistentes. Con empate a un juego en el marcador, ambos tenistas se sentaron en sus respectivas sillas a la espera de la que la situación se calmara. Los seguidores se apaciguaron, zanjaron la discusión y el partido se reanudó sin incidentes.

La presencia de Juan Martín del Potro arrastra numerosos aficionados argentinos, que le siguen en cada partido. Fue evidente el domingo por la noche, cuando protagonizó la sorpresa del torneo al eliminar al serbio Novak Djokovic, número uno mundial.

Por el contrario, el argentino es contrario a los espectadores brasileños, que apoyan normalmente al rival de los jugadores albiazules. Una larga tradición de rivalidad trasladada a las pistas de tenis.